Los sindicatos uruguayos realizan el miércoles una huelga de 24 horas en demanda de un aumento de salarios, más puestos de trabajo y una mejor distribución de la riqueza, entre varios reclamos.
El paro tiene lugar en momentos en que las negociaciones en los consejos de salarios -un mecanismo tripartito oficial mediante el cual trabajadores, empresarios y gobierno negocian para fijar los aumentos de sueldos- se encuentran empantanadas.
“La clase dominante se ha abroquelado y no hemos logrado romper en los consejos de salarios la posición empresarial. Las cámaras empresariales lo único que hacen es llorar y llorar por lo mal que están”, dijo Soraya Larrosa, vicepresidenta de la principal central sindical.
Con la huelga los sindicatos pretenden que el gobierno presione a los empresarios para que concedan aumentos.
Según el movimiento obrero, unos 400.000 trabajadores en un país de 3,3 millones de habitantes ganan salarios inferiores a 20.000 pesos, unos 620 dólares.
El gobierno aduce que el salario real ha crecido en forma ininterrumpida en los últimos 13 años y ha tenido una mejora real, en promedio, superior al 55%.
Por su parte, los empresarios sostienen que nuevos incrementos salariales aumentarán los problemas de competitividad que enfrenta el sector productivo, por lo que el gobierno propuso que los aumentos sean diferenciales según la situación de cada actividad.
La huelga, que afectó a las oficinas públicas, el sistema de salud, los bancos, la educación estatal y el transporte colectivo, se realiza a pesar de que la central sindical es una tradicional aliada de la coalición de izquierda Frente Amplio, en el poder desde 2005.
Actualidad Laboral / Con información de AP
