Repartir la riqueza. Este es el objetivo claro que argumentan los dos sindicatos mayoritarios de España para "llenar las calles" este Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo; en las más de ochenta movilizaciones que se desarrollarán en las principales ciudades del país bajo el lema 'Tiempo de ganar'. Reclaman que es urgente subir los salarios de los trabajadores, revalorizar las pensiones, reducir la brecha de género y luchar contra la precariedad laboral que se ha instalado en el país, tras la reforma laboral. Así lo explicaron este martes los secretarios generales de UGT (Sindicato Unión General de Trabajadores), Pepe Álvarez, y de CCOO (Comisiones Obreras), Unai Sordo, que lanzaron una "advertencia", tanto al Gobierno como a la patronal: o se avanza en las negociaciones que hay abiertas en las diferentes mesas y se distribuye la riqueza, o se iniciará un proceso de movilización creciente y habrá "conflicto".
Álvarez fue muy claro respecto a esto: "O de manera inmediata el diálogo da resultado y se empiezan a solventar problemas, o este primero de mayo será el prólogo de un año en el que la movilización y la lucha, serán el elemento clave para recuperar los derechos perdidos". Y no descartan ningún escenario, ni una huelga general. El líder de UGT explicó además que, en España hacía mucho tiempo que no se daban unas condiciones como las actuales para la movilización, e incluso, apuntó que gracias a las protestas de los últimos meses, el Gobierno ha dado su brazo a torcer y ha mejorado las pensiones en los Presupuestos -aunque a su juicio de forma "insuficiente"- y se ha tomado en serio la lucha para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, algo que en otoño parecía imposible. "Creo que empieza a haber indignación, rabia e incluso una cierta impotencia. Y el primero de mayo es una fecha positiva para que se visualice todo eso en la calle", aseguró.
De igual manera, Sordo apuntó que este 1 de mayo "tiene que marcar un punto de inflexión, en un momento en el que este país se tiene que poner como prioridad política la lucha contra la desigualdad". Y aseguró que sus propuestas son "muy claras y comprensibles, responden a los intereses de la mayoría social". La primera reivindicación es que los salarios recuperen poder de compra y por ello, defienden que deben incrementarse más que los precios y, al tiempo, recuperar el poder adquisitivo perdido, particularmente los sueldos más bajos.
En este sentido, los sindicatos piden a la patronal que este año, se firme un Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que permita elevar los salarios un mínimo del 3,1%; y exigen, además, pactar un sueldo mínimo de 1.000 euros al mes, por convenio. Sin embargo, por el momento la patronal solo ofrece un alza del 2%, más un punto variable que pretenden vincularlo con otros elementos como la productividad, el absentismo, entre otros.
"A la CEOE -Confederación Española de Organizaciones Empresariales- se le acaba el tiempo", apuntó Sordo. Acusando así al Gobierno de que, con las reformas laborales y fiscales, la patronal ahora "apenas tiene incentivos para llegar a acuerdos equilibrados con las organizaciones de los trabajadores". Y, a este respecto, denunció que CEOE y Cepyme (Confederación Española de la Pequena y Mediana Empresa) están instalados en "una zona de confort" que da a este primero de mayo un "significado especial.
La gente tiene que llenar las calles para sacar de la comodidad a la patronal", señaló Sordo, que también apuntó: "Necesitamos un proceso de movilización creciente para cambiar la orientación de las políticas". Al tiempo que pidió un nuevo contrato social, que termine con los bajos salarios y la precariedad laboral; y una reforma fiscal para recaudar más impuestos y así poder dedicar más dinero a mejorar los servicios públicos, invertir en sanidad, educación y servicios sociales, entre otros.
Actualidad Laboral / Con información de Hoy
