En América Latina, los sistemas de pensiones comparten grandes desafíos, principalmente en términos de cobertura, mejorar la densidad de la cotización y otorgar mesadas adecuadas a los afiliados.
Así lo señala un estudio contratado por Sura Asset Management y realizado por investigadores en seis países de la región, con el apoyo de la Ocde.
El documento, llamado ‘Cómo fortalecer los sistemas de pensiones latinoamericanos’, hace un diagnóstico en el cual reseña al menos seis temas en los que se podrían hacer ajustes en aras de mejorar la cobertura y las condiciones para la pensión.
El primero son las barreras para la cobertura. Aquí, el punto crucial es la elevada informalidad del mercado laboral en los países, y por eso, es clave que los sistemas faciliten la cotización frecuente de los trabajadores, y eliminar la competencia que existe entre los sistemas de reparto (régimen de prima media que administra Colpensiones) y de capitalización individual (el de los fondos privados de pensiones).
Según el informe, mantener ambos regímenes “obliga a destinar recursos públicos al sostenimiento de programas de reparto y beneficio definido que son deficitarios, en lugar de dirigirlos al aumento de la cobertura de los trabajadores de menores ingresos que requieren de ayuda estatal para integrarlos al sistema”, y permite el arbitraje entre ambos.
Esta situación, sumada a la intermitencia en las cotizaciones de los afiliados, y los cambios en expectativa de vida y en rentabilidades que no se han visto en ajustes en los regímenes, hacen que el estudio plantee la creación de sistemas multipilares de pensiones.
En la práctica, lo que se busca es que no haya competencia entre ellos, ni que haya incentivos para no ahorrar, sino que cada uno responda a distintas necesidades de la población.
La propuesta abarca cuatro pilares. El pilar cero incluye a los programas no contributivos, con el fin de disminuir la pobreza en la vejez. Un ejemplo es el programa Colombia Mayor.
El pilar uno es el de reparto y beneficios definidos, en el que los aportes que se hacen van directamente a pagar las mesadas de los actuales pensionados. Sin embargo, el planteamiento es que sea marchitado.
El pilar dos es el de capitalización individual y contribuciones definidas (como el de pensiones obligatorias que administran los fondos privados) y el pilar tres es el de los aportes voluntarios para aumentar la pensión.
De todas formas, hay unos planteamientos transversales que sugiere el estudio. En cualquier régimen de pensiones es necesario que se puedan establecer objetivos de pensión razonables con los afiliados, dependiendo de su edad y aportes, en lo cual cobra más importancia la asesoría personalizada a los cotizantes.
También se plantea en el estudio que los sistemas puedan revisarse periódicamente dependiendo de los cambios demográficos, y de los mercados financiero y laboral.
“La mayoría de los países ha mantenido inalteradas las tasas de cotización y las edades legales de pensión, a pesar de los cambios registrados en los mercados laborales y financieros y de los aumentos en las expectativas de vida, los cuales han acortado el período de pago de cotizaciones, alargado el período de recepción de pensiones y reducido la rentabilidad de las inversiones, disminuyendo los beneficios esperados de los sistemas de pensiones”, dice la investigación.
Por otra parte, el informe señala que es importante flexibilizar los regímenes de inversión, para que los fondos puedan mejorar las rentabilidades, aumentar la competencia entre los fondos e incentivar la participación de las aseguradoras para que ofrezcan pólizas previsionales y, finalmente, facilitar a los usuarios el proceso de pensión.
Propuestas para aplicar en Colombia
El estudio contratado por Sura Asset Management, y que en Colombia fue realizado por Fedesarrollo, incluye algunas propuestas puntuales para el país. Señala que es urgente que haya mayor concordancia entre los aportes de los afiliados y las pensiones que reciben y por eso, plantea tres ajustes: actualizar la edad de pensión, de acuerdo con la expectativa de vida y las cotizaciones; y, en especial para el régimen de prima media hay que disminuir la tasa de reemplazo para personas de altos ingresos, y el Ingreso Base de Liquidación debe tener en cuenta toda la vida laboral y no solo el salario de los últimos 10 años.
Actualidad Laboral / Con información de Portafolio