La primera sucursal de Starbucks en Italia abrirá este viernes en el corazón de Milán. Y pretende ser un "homenaje" a las tradiciones cafeteras de Italia, comenta la empresa. "Starbucks Reserve Roastery" con suelos de mármol y paneles de madera, promete ser un "teatro del café", pero también habrá cócteles, pan, helados y... ¡pizza! Todo para tratar de convencer a los italianos de que cambien su tradicional expreso, por una experiencia más estadounidense.
El establecimiento, aproximadamente con el tamaño de un tercio de un campo de fútbol, ocupa el histórico edificio Poste (oficina de correos), cerca de la catedral en Piazza Cordusio. En él, los clientes podrán presenciar el proceso de elaboración de un café, del grano hasta que se sirve en la taza.
El ex director ejecutivo de Starbucks, Howard Schultz, dijo que fue el tomar café en Milán, hace más de tres décadas, lo que lo llevó a fundar Starbucks. "Todo lo que hemos experimentado, desde el primer momento de inspiración hace 35 años hasta ahora, siendo una parte cotidiana de la vida de millones de personas en todo el mundo, lo traemos con gran respeto a Italia", dijo con motivo del lanzamiento de la tienda.
La llegada de Starbucks a Italia, su 78º mercado en el mundo, no se parece a ninguna iniciativa de mercado en la historia de la empresa. La compañía lleva a Italia su Reserve Roastery, una cafetería de lujo que hasta ahora solo ha abierto sucursales en Seattle (2014) y Shanghái (2017).
Los italianos pueden ser un poco "esnob" en lo que al café se refiere, según el psicólogo Paolo Vergnani, que bebe 10 expresos por día. Sin embargo, el consumo de café es una tradición relativamente joven en Italia. Antes de la Segunda Guerra Mundial era una importación de lujo para la elite adinerada y, la mayoría de los italianos, se apegaban a las bebidas calientes hechas con cebada tostada o achicoria.