"La educación es la más poderosa de las armas que puedes usar para cambiar el mundo", decía Nelson Mandela. En los últimos tiempos han surgido ambiciosas iniciativas que sueñan con modernizar el obsoleto sistema educativo para adecuarlo a las nuevas demandas empresariales y, al mismo tiempo, hacerlo accesible a personas de cualquier clase social, y de todos los rincones del mundo.
Los números no mienten. La consultora McKinsey realizó recientemente una macroencuesta internacional, en un intento de analizar la magnitud y las causas de la distancia existente entre la universidad y la empresa. A la pregunta "¿están los jóvenes preparados para trabajar?", el 70% de los educadores opina que sí, pero menos de la mitad de los jóvenes coincide. La mayoría de las ofertas de trabajo en la actualidad corresponde a puestos de trabajo de nueva creación, para los que apenas existen planes de estudio.
Knod es una start up con sede en Salt Lake City (Utah, EEUU) creada hace un año por seis emprendedores. Entre ellos se encuentra la española Luisa Tristán, ex directora general de la Institución Educativa SEK. "La gente joven no consigue trabajo, y las empresas no encuentran perfiles que se ajusten a sus necesidades. Claramente el sistema educativo necesita reformularse", comenta Tristán.
El ocaso del Norte-Sur
Esta distancia es aún mayor en los países en vías de desarrollo. "Allá donde no existe clase media, es difícil que haya siquiera un número suficiente de graduados para cubrir la oferta de empleo", señala Tristán.
La irrupción de Internet, no obstante, abre la puerta a que los 4.000 millones de habitantes de los países en vías de desarrollo accedan al conocimiento. En 1999, un profesor de Nueva Delhi probó a hacer un agujero en la pared de la escuela y colocar un ordenador con acceso a la Red que mirara a la calle. Comprobó así que los niños más pobres, pese a no saber inglés y no haber recibido una educación básica, eran capaces de navegar por Internet y acceder a contenidos de todo tipo.
Estamos, como describe Juan Martínez-Barea, embajador para España de Singularity University, ante el ocaso de la barrera Norte-Sur. Singularity University es una iniciativa liderada por la Nasa y Google para formar a 80 estudiantes en todo el mundo, que podrían erigirse en la próxima generación de líderes.
Del mismo modo, Minerva es una start up que busca identificar y formar al mejor talento mundial. Este otoño se gradúa la primera promoción, de 30 estudiantes (el 90%% no estadounidenses), que han finalizado un programa de cuatro años. Recibió 25 millones de dólares del fondo Benchmark Capital en 2012.
Knod, por su parte, es una plataforma a través de la que universidades de cualquier parte del mundo pueden formar a cientos e incluso miles de personas en las nuevas demandas empresariales. Ha firmado ya acuerdos con universidades de EEUU, Reino Unido y Malasia, opera asimismo en Kenia, India e Indonesia, y en la actualidad busca socios españoles con los que dar el salto a Latinoamérica a finales de 2015.
A través de Knod Foundation, ofrece créditos a los alumnos con pocos recursos. Knod propone un programa de dos años, de los que sólo los tres primeros meses tiene carácter presencial. "En clase se debate sobre los conocimientos que han adquirido en sus casas. Pero, fundamentalmente, los alumnos aprenden con la práctica, desarrollando proyectos reales que las empresas nos demandan. Si muestras aptitudes y actitud, esos alumnos tendrán muchas posibilidades de incorporarse a la plantilla de la compañía en el futuro", indica Tristán.
El emprendimiento social también puede ser rentable. Matricularse en Knod cuesta 10.000 dólares. Minerva cuesta 28.000 dólares al año (dura 4 años). Más ejemplos: Sal Khan, creador del canal en YouTube de Khan Academy, percibe sugerentes ingresos publicitarios gracias a sus más de 1,86 millones de suscriptores. Y Coursera, la mayor plataforma de cursos Mooc del mundo, recibe dinero por ofertar sus programas en otras universidades, de su servicio de selección de RRHH y de las certificaciones de pago.
El mundo que conocemos está a punto de cambiar
"Cuando un inventor de Silicon Valley abre la puerta de su garaje para mostrar su última invención, tiene frente a él el 50% del mercado mundial. Cuando un inventor de Finlandia abre la puerta de su garaje, tiene frente a él un metro de nieve", dijo en 1988 el entonces consejero delegado de Nokia, J. O. Nieminen, para referirse a que el éxito está condicionado por el lugar en el que se nace.
El mundo, no obstante, se está aplanando. Para Juan Martínez-Barea, embajador para España de Singularity University y autor del libro El mundo que viene, en los próximos años, el mundo va a cambiar radicalmente.
Martínez-Barea habla de un "gran tsunami", provocado por la colisión de tres macrotendencias: la hiperconectividad, la aceleración tecnológica y la irrupción de más de 4.000 millones de personas del mundo emergente. En unos años, ya no habrá más Norte y Sur, y surgirá una nueva barrera: los países preparados y no preparados para esta nueva era. Y la educación jugará un papel fundamental en esta nueva concepción del mundo.
"En el siglo XXI, el desafío para cualquier país será convertirse en una fábrica de ideas", dicen Dan Senor y Saul Singer en el libro Start-up Nation. "En este mundo de altísima competitividad global, serán menos importantes los títulos, y mucho más importantes las capacidades y el valor añadido que cada profesional pueda aportar al mercado", vaticina Martínez-Barea.
'Start up' disruptivas
- KNOD. Es una plataforma que pone en contacto a empresas y universidades, y a través de una fundación posibilita que personas sin ingresos, de cualquier parte del mundo, puedan acceder a la preparación que demandael mercado.
- MINERVA. Esta iniciativa, con sede en Silicon Valley, aspira a formar a través de Internet al mejor talento del mundo. Igual que Knod, parte de la base de que el conocimiento es libre; lo que Minerva enseña es 'cómo pensar'.
- SINGULARITY UNIVERSITY. Liderada por la Nasa y por Google, aspira a formar a los líderes empresariales del futuro.
- KHAN ACADEMY. Pese a sus bajos recursos, Sal Khan, americano de padre bangladés y madre india, logró estudiar en el MIT en Harvard Business School. En 2009 empezó a dar clases de matemáticas a su sobrina a través de Internet. Dado el interés, fue colgando vídeos gratuitos en YouTube. En la actualidad su canal registra 1,86 millones de suscriptores.
- COURSERA. A través de esta plataforma, es posible acceder a través de Internet a cursos gratuitos impartidos por más de ochenta universidades de todo el mundo, como Harvard o Yale. Son los denominados Mooc, que están democratizando el acceso al conocimiento.
Hay muchas más. En España, U-Tad o Floqq son algunos de los ejemplos más representativos.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión