Cerca de la mitad de 2021, hay un debate presente en cada vez más empresas sobre si se debe volver a las oficinas o no, con mayor flexibilidad o cómo era antes, qué pros y contras ha tenido el teletrabajo y otras muchas inquietudes. Con empresas como Google o Amazon marcando de forma clara que su camino pasará por la flexibilidad pero también por las oficinas al 100%, hay otro factor que parece cada vez más común: existe una brecha de opinión entre los directivos y los trabajadores.
Mientras los primeros parecen decididos a volver a la oficina, aunque sea con algunas concesiones y mayor flexibilidad para el trabajo en remoto, los empleados parecen decantarse por no perder parte de la cuota de trabajo en remoto que ha llegado sobrevenida por la pandemia.
Así lo pone de manifiesto un reciente estudio elaborado por Best Practice Institute, un grupo de investigación sobre dinámicas laborales y conciliación.
Volver a la oficina y cómo hacerlo
Para ello encuestaron a más de 3.300 empleados que han estado trabajando a distancia de una amplia gama de sectores para entender mejor si el trabajo a distancia es eficaz y debe considerarse una opción permanente en el futuro después de COVID-19. Y, si no es posible, qué condiciones de trabajo son necesarias para los empleados, si volver a la oficina fuera la única opción.
Además, también encuestaron a más de 280 directores generales de una gama similar de tamaños de empresas y sectores, como los servicios financieros, la industria, los seguros, la administración pública, los hospitales y la atención sanitaria o el comercio minorista, entre otros, para conocer sus preferencias sobre si quieren que los empleados vuelvan a la oficina.
El primer hecho es que la discrepancia fue notable, ya que más del 83% de los directores generales querían que sus empleados volvieran a la oficina en 2021, mientras que sólo el 10% de los empleados deseaban volver a la oficina a tiempo completo.
La idea del trabajo a distancia contradice un estilo de trabajo tradicional de 8 horas que existía antes de la pandemia y el uso de herramientas tecnológicas. A este respecto, las dudas sobre la productividad ha sido uno de los grandes mitos del teletrabajo. La encuesta actual también revela que la principal preocupación de los empresarios y directivos es la productividad y el temor de que si los empleados no están en la oficina y son supervisados, no trabajarán con la misma intensidad.
Los resultados desmienten esta sospecha común: el 76% de los encuestados considera que su productividad personal ha mejorado, y el 72% considera que la productividad de todo su equipo ha mejorado al trabajar desde casa. Sin embargo, esto no es gratuito. Muchas personas informaron de que trabajar más horas en casa aumentaba su estrés y su sensación de "agotamiento".
La brecha de cómo trabajar después del teletrabajo
Con más del 83% de los directores generales afirmando que quieren que sus empleados vuelvan a la oficina en 2021 en contrastes con el abrumador porcentaje de empleados que informan que no desean volver a un entorno de trabajo en la oficina, la brecha es palpable.
Desde BPI afirman que "es fundamental que los directores generales y los gerentes creen un entorno de trabajo que no solo haga que los empleados se sientan cómodos con su salud, sino que también respeten su elección en lo que respecta a la vuelta a la oficina".
Pero, ¿por qué solo un 10% de los trabajadores quieren volver a la oficina con una cultura completamente presencial? Para los trabajadores encuestados, además de la comodidad de trabajar desde casa, nuestros encuestados quieren seguir teniendo al menos la opción de trabajar desde casa por razones de salud, relacionadas con COVID-19.
Bienvenida al trabajo híbrido
La opción mayoritaria sin embargo para el 64% es que prefieren tener un entorno amigable a distancia donde tengan la opción de trabajar desde casa parte del tiempo.
Pero aquí, la cosa va por sectores. Los que trabajan en el sector de apoyo empresarial y logística son los que más desean volver a trabajar en la oficina (22%). Mientras que la mayoría de los empleados remotos que querían seguir trabajando desde casa procedían del sector sanitario y farmacéutico.
"Es razonable suponer que todo el mundo siente estrés relacionado con la vuelta al trabajo en la oficina. El temor por su salud y seguridad era una de las mayores preocupaciones. Una vez que estos temores se disipen, sospechamos que estas cifras cambiarán sustancialmente", valoran en el informe.