Hace unas semanas Per-Erik Muskos, un concejal sueco, causó controversia por haber propuesto que los empleados tuvieran al menos una hora libre durante su jornada laboral para tener relaciones sexuales. No solo para aumentar la natalidad en ese país sino para su bienestar y salud. Aunque su petición fue bastante atrevida, Muskos la justificó con base en muchas investigaciones científicas que han demostrado los beneficios de tener una vida sexual activa.
Pues bien, un estudio reciente realizado por un grupo de científicos de la Universidad del Estado de Oregon, Estados Unidos, le dio en parte la razón a Muskos. El trabajo, publicado en la revista Journal of Management, reveló que mantener una vida sexual activa mejora el rendimiento de las personas en su trabajo y también aumenta su compromiso.
Los investigadores entrevistaron a 159 empleados casados, durante dos semanas, pidiéndoles que completaran dos breves encuestas cada día. Al final del análisis encontraron que los empleados que tenían una noche de pasión tenían un estado de ánimo más positivo al día siguiente, lo que los motivaba más a cumplir con sus labores.
“Hacemos bromas acerca de la gente que viene “especialmente de buen humor al trabajo” pero resulta que esto es real y debemos prestarle atención”, señaló Keith Leavitt, coautor del estudio y experto en conducta organizacional y de gestión.
Leavitt explicó que las relaciones sexuales son como una especie de “ascensor” del estado de ánimo, pues provocan la liberación de dopamina, neurotransmisor asociado con los centros de recompensa del cerebro, así como oxitocina, hormona relacionada con el apego y los vínculos sociales.
El efecto positivo, que según el estudio dura 24 horas, fue igualmente intenso en los hombres y mujeres encuestados, y se mantuvo incluso después de que los investigadores evaluaran factores como la satisfacción marital y la calidad del sueño, predictores comunes del estado de ánimo diario.
Leavitt añadió que tener sexo con frecuencia es positivo por el simple hecho de que las personas estén alejadas de las pantallas, pues así disminuyen los niveles de estrés laboral. “Hacer un esfuerzo para mantener una vida sexual saludable debe considerarse un tema de sostenibilidad humana y una prioridad. Este estudio demuestra que no solo beneficia a los empleados, sino también a sus empleadores”, concluye el autor.
Actualidad Laboral / Con información de Semana