Tener un hijo perjudica la carrera profesional de las mujeres, y aún más la de las mujeres cualificadas y con un alto sueldo. Por cada hijo que tienen, las mujeres sufren una “penalización maternal” del 4 por ciento sobre los ingresos.
Según estudios recientes, publicados en la American Sociologial Review, esta penalización asciende al 10 por ciento por hijo para las trabajadoras cualificadas y con un sueldo alto.
Cuando la carrera profesional cobra impulso, el sueldo tiende a subir rápidamente, por lo que tomarse un descanso para cuidar de los hijos conlleva un coste más alto a largo plazo. Las profesionales con cargos importantes que se toman dos años para cuidar de sus hijos se pierden proyectos, aumentos de sueldos y oportunidades profesionales que tendrán un gran impacto económico en el futuro.
“Cualquier tiempo que se tomen o que trabajen a media jornada les resultará mucho más costoso”, dijo Paula England, profesora de sociología de la Universidad de Nueva York, investigadora principal del estudio.
Y ésta es la razón por la que menos mujeres con un sueldo alto se retiran de la fuerza laboral. Según un análisis de Pew de 2014, las madres que tienen por lo menos un master y unos ingresos familiares anuales de US$75.000 y que han abandonado su trabajo para cuidar de su familia, representan solamente en torno al 4 por ciento de las madres que se quedan en casa para cuidar de los hijos.
Y aquellas que se quedan en casa lo describen más como una obligación que una elección propia. En un sondeo de 2009 del Centro de Políticas Laborales y Vida Personal a mujeres con títulos superiores o con una alta calificación en los estudios universitarios, un 69 por ciento de las encuestadas dijeron que no habrían optado por cuidar de sus hijos y abandonar el trabajo si sus empleadores hubiesen sido más flexibles.
“Muchas mujeres se ven obligadas a dejar el trabajo totalmente durante unos años porque no pueden tomarse una pequeña licencia al principio o porque no consiguen la flexibilidad suficiente”, señaló England. En Estados Unidos, la mayoría de las mujeres no tienen acceso a licencias por maternidad remuneradas. Según un sondeo de Pew del año pasado a los padres trabajadores les resulta difícil conciliar la vida familiar con la laboral, y un 41 por ciento de las madres manifestaron que tener hijos dificultaba el avance de sus carreras profesionales.
Los investigadores utilizaron datos del Estudio Longitudinal Nacional de Jóvenes, un sondeo a escala nacional a más de 5.000 mujeres que recaba información sobre empleo y familia de las encuestadas durante su vida adulta.
La penalización a la maternidad también perjudica a las mujeres en la parte inferior de la escala de remuneración, y podría perjudicarlas aún más, ya que generalmente tienen menos recursos, menos ingresos disponibles y jornadas menos flexibles. Pero las mujeres que más ganan son las que se enfrentan a una pérdida de ingresos desproporcionada.
Actualidad Laboral / Con información de El Espectador