Según el Report of State of the Global Workplace 2022 de Gallup, estar motivado en el trabajo aumenta en un 21% la productividad, por lo que ir motivado al trabajo es uno de los factores más determinantes para nuestra satisfacción personal y profesional. Sentir que cada día nos levantamos con energía y propósito para afrontar nuestras tareas laborales no solo influye en nuestra productividad, sino también en nuestro bienestar emocional.
Sin embargo, la motivación laboral no surge de manera automática, sino que hay que aprender a cultivarla ya que no siempre vamos a estar motivados, por lo que el factor clave para ello nace de nuestro propio interior por mucho que intentemos proyectarla en el exterior.
La motivación laboral nace en el interior de la persona
La motivación puede variar todos los días. Podemos sentirnos estimulados desde el exterior, pero una de las cosas más importantes que ayuda a motivarse es tener un propósito. Como señaló Viktor Frankl, el psiquiatra austriaco y autor de El hombre en busca de sentido, tener un propósito claro es fundamental para que cualquier ser humano encuentre satisfacción en lo que hace, incluso en los momentos más difíciles. Según Frankl, "el ser humano tiene la necesidad de encontrar un significado profundo en sus actividades y el trabajo no es una excepción".
Tener un propósito no necesariamente significa que tu trabajo debe ser tu "vocación" o que debas amarlo apasionadamente todos los días. De hecho, estudios recientes han demostrado que lo que realmente nos motiva a largo plazo es tener una alineación entre nuestras actividades laborales y nuestros propios valores. Un estudio de la Universidad de California, dirigido por el profesor Richard Ryan, indica que "las personas que encuentran formas de conectar su trabajo con lo que valoran personalmente, experimentan mayores niveles de satisfacción y menor agotamiento laboral, sin importar cuál sea su posición o su sector".
En otras palabras, la verdadera motivación nace del interior porque es una motivación intrínseca. Esto quiere decir que nace de la satisfacción que sientes cuando realizas una actividad por ti mismo, por propia iniciativa, sin pensar y sin importar la recompensa. Cuando vemos el impacto que nuestro trabajo produce en la sociedad o en otras personas, nos da una sensación de contribución, lo cual puede elevar nuestros niveles de motivación.
Por esta razón, nuestra motivación laboral no puede depender exclusivamente de la estimulación y opinión externa, fundamentalmente de compañeros o jefes, ya que no siempre recibimos el reconocimiento esperado y puede ocasionarnos mucha frustración personal y laboral.
Beneficios de estar motivados
Cuando la motivación parte de nuestro propio interior sin esperar nada a cambio y nos centramos en ese camino despejado que nos favorece llegar a nuestro objetivo de manera focalizada, obtenemos unos beneficios que son los que alimentan nuestra motivación.
Por ejemplo, tenemos más sensación de autonomía que es uno de los tres pilares fundamentales para sentirnos motivados y para ello los psicólogos Edward Deci y Richard Ryan crearon la teoría de la autodeterminación, una de las teorías psicológicas más respaldadas en la motivación cuya idea viene a decir que cuando tenemos control sobre nuestro trabajo, podemos tomar decisiones y nos sentimos con la libertad de ejecutar nuestras ideas, lo que hace que nos sintamos más comprometidos.
Por eso, muchos trabajadores aseguran que están más motivados cuando tienen cierto grado de independencia, y por el contrario, cuando sus tareas están excesivamente controladas o limitadas, tienden a sentir menos satisfacción en el ámbito laboral.
Otro beneficio importante que conseguimos a través de la motivación es la conexión humana. ¿Quién no ha ido desmotivado a trabajar cuando tiene un jefe con el que no conecta, unos compañeros con los que no se siente integrado o un mal ambiente de trabajo, en general, aunque no esté involucrado directamente en esa historia? Las relaciones positivas en el entorno laboral son esenciales para mantener el ánimo.
Un estudio realizado por Gallup encontró que los empleados que tienen una relación cercana con sus colegas de profesión son siete veces más propensos a estar motivados y comprometidos en el trabajo. ¿Por qué ocurre esto? Porque como seres humanos, estamos diseñados para vivir en comunidad, para compartir y sentirnos apoyados, por lo que las interacciones sociales nos ayuda sentir que pertenecemos a ese lugar y, por tanto, tener esa sensación nos va a motivar a trabajar más duro y a afrontar mejor los problemas y contratiempos.
La motivación más allá del ámbito laboral
Aunque la motivación laboral sea algo intrínseco y, que sea mejor o peor no debería depender de factores externos, sí que hay una parte del exterior que nos influye. Son factores externos, pero que parten de nuestro propio interior. En este caso, hablamos del cuidado personal que hacemos a través de la autocompasión.
Kristin Neff, una psicóloga pionera en el campo de la autocompasión, sostiene que "las personas que se tratan con más amabilidad a sí mismas, en lugar de criticarse severamente, tienden a tener mayor resiliencia y menos estrés. Esto es crucial en el trabajo, donde a menudo nos enfrentamos a la presión de rendir constantemente" y a veces somos muy duros con nosotros mismos, por lo que en lugar de castigarnos por los errores, Neff sugiere que "adoptemos una actitud de autocompasión hacia nosotros mismos que nos permita aprender de nuestros errores y seguir adelante con más energía y motivación".
El bienestar físico también tiene un impacto directo en nuestra motivación laboral. Investigaciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos han demostrado que la actividad física regular, una alimentación equilibrada y un buen descanso están directamente relacionados con mayores niveles de energía y motivación, por lo que cuando nos sentimos esencialmente bien, nuestra mente también está más preparada para afrontar los retos del trabajo. Se trata de acciones sencillas que pueden marcar una gran diferencia entre ir motivado o desmotivado al trabajo.
Actualidad Laboral / Con información de El Diario de Sevilla