18-04-2022
Saco de dormir, tres comidas diarias y 64 dólares (unos 59 euros). Esta es la oferta de Tesla, la compañía liderada por Elon Musk para que sus trabajadores en Shanghái, China reinicien la producción. Que desde el inicio del confinamiento en Shanghái, a finales de marzo, ha dejado de fabricar 39.900 unidades. China se encuentra atrevesando la peor ola de coronavirus, desde el inicio de la pandemia en Wuhan hace algo más de dos años; y el epicentro se encuentra en esta ciudad, de veinticinco millones de habitantes. Según los datos del gobierno municipal, solo el domingo se detectaron más de 22.000 casos; lo que eleva el total de contagios en la ciudad a más de 300.000.
Sus ciudadanos están confinados en sus hogares, sufriendo problemas de desabastecimiento de comida y alimentos; dadas las estrictas restricciones de la política de covid cero, impuesta por el país liderado por Xi Jinping. La gravedad es tal, que las declaraciones oficiales del gobierno chino ya han confirmado, que ha habido varias muertes en Shanghái; y varios ciudadanos aún en estado crítico. Además, más regiones chinas se están sumando a la imposición de pruebas y restricciones a sus ciudadanos, con el objetivo de evitar una situación similar a la de Shanghái.
Por su parte, las empresas están recurriendo incluso a permisos especiales, para continuar con su producción; e intentar reducir el impacto económico -y que también es social- de estas medidas, (que aún no se reflejan en las cifras macroeconómicas publicadas este lunes). Como lo son los circuitos burbuja o circuitos cerrados, es decir, que los trabajadores deben permanecer en su lugar de empleo durante todo el periodo de confinamiento.
Tesla ha informado en una circular consultada por Bloomberg, que los empleados tendrán un área de descanso ya habilitada; así como espacios para ducharse y entretenerse, que aún están en proceso de creación. La plantilla deberá lavarse las manos cuatro veces al día, pasar por dos controles de temperatura y tomar una prueba de ácido nucleico. El fabricante se ha unido a las más de 600 empresas, que han reiniciado sus operaciones en la ciudad, y solo llevará de vuelta a aquellos trabajadores, con al menos dos inyecciones puestas y residentes en las zonas de menor riesgo de Shanghái.
Está previsto que trabajen en este sistema de circuito cerrado hasta el 1 de mayo; aunque depende de las políticas de prevención de pandemias del gobierno municipal. Normalmente, la fábrica de Shanghái produce 2.100 vehículos diarios; y con el nivel de inventario, que tenían tras el cierre, no iban a aguantar más de dos semanas. A esta situación, cabe añadir el bloqueo en el mayor puerto del mundo, que se sitúa en Shanghái. La logística está sufriendo un nuevo golpe, y alterando la cadena de suministros: faltan camioneros que transporten las mercancías, y se amontonan los contenedores que entran y salen del puerto.
Actualidad Laboral / Con información de El Confidencial