Trabajadores aglutinados en los sindicatos del sector salud marcharon el jueves 9 de julio hasta la Asamblea Legislativa de El Salvador, para exigir que permita establecer una cuarentena de 15 días; y también, decretar un estado de excepción para evitar la expansión del coronavirus. Simultáneamente, pequeños grupos de trabajadores de los hospitales se concentraron en varios puntos del interior del país, para demandar una nueva cuarentena y estado de excepción como lo ha solicitado el gobierno.
Los sindicalistas, vestidos con sus ropas de trabajo y protegidos con mascarillas, llevaban al frente un ataúd, como símbolo de la tragedia que se vive en este pequeño país centroamericano. “No más compañeros muertos”, se leía en una de las pancartas. “No somos héroes, ni somos mártires, somos víctimas del sistema legislativo”, se leía en otra pancarta; en un mensaje dirigido a los diputados del Congreso, que se niegan a aprobar la petición del presidente Nayib Bukele.
En Usulután, a 115 kilómetros al este de la capital, un grupo de trabajadores del Hospital San Pedro cerraron la carretera de acceso a la ciudad. Igual panorama se vivió en las ciudades de San Miguel y La Unión, al este del país, y en Ahuachapán, fronterizo con Guatemala. "Ya esto es insostenible. No solo se están muriendo los pacientes que atendemos. Se están muriendo los doctores, las enfermeras y el personal que está luchando en los hospitales”, dijo a la AP una enfermera que solo se identificó como Martha. La mujer de unos 40 años, visiblemente molesta y angustiada, dijo que no solo están luchando contra el virus, “también está el rechazo de alguna gente, que tienen miedo de que los infectemos”, agregó.
Alex Carballo, uno de los dirigentes de los sindicatos, dijo a los periodistas: “nosotros estamos en contra de una cuarentena focalizada, esto es un manejo político. La cuarentena tiene que ser total porque ya hay contagio en los 14 departamentos”. “Los hospitales ya no dan abasto y los trabajadores ya estamos cansados, hemos sacrificado amigos, compañeros y familiares”, manifestó. Los trabajadores también demandaron que se les proporcione el equipo adecuado, para combatir el coronavirus y la entrega del bono económico que se les prometió.
Por su parte, el ministro de Salud, Francisco Alabí, dijo en una entrevista con la televisión local que “los hospitales están sumamente saturados”; y rechazó versiones en las que se afirma, que están tratando de ocultar la situación real de los hospitales. Según cifras oficiales, El Salvador tiene 8.844 casos confirmados de coronavirus, 243 fallecidos y 5.309 enfermos recuperados, mientras que de los 3.292 casos activos hay 269 en estado crítico y 539 graves.
Actualidad Laboral / Con información de Infobae