México se encuentra en una encrucijada exacerbada por la pandemia del coronavirus: el desempleo de las personas mayores de 50 años. Si bien, algunas han logrado recuperar su trabajo o encontrar uno nuevo, una gran mayoría se encuentran sin empleo, desesperadas y sin la posibilidad, de satisfacer las necesidades básicas de ellas y sus familias. Actualmente, una de cada cuatro personas es mayor de 50 años. Estos indicadores son un llamado urgente, para generar condiciones que permitan su reincorporación; que, a pesar de que la crisis mundial de desempleo, que sufre este sector, no detonó con la pandemia, el virus evidenció la magnitud y gravedad de esta.
El cierre de centros de trabajo por el confinamiento, el surgimiento del trabajo a distancia y el riesgo por la vulnerabilidad de esta población; agudizaron los obstáculos preexistentes y sepultaron los insipientes esfuerzos, implementados antes de la pandemia. Estas personas sufren mucho en la búsqueda de empleo, ya que, a pesar de que aún son altamente productivas y útiles para la sociedad, se enfrentan a prejuicios y estigmas como la creencia de que tendrán dificultades para adaptarse al entorno laboral. El temor de sufrir un incidente que se tipifique como enfermedad o accidente de trabajo, o la ignorancia del costo social que se pagaría por concepto de pensiones por edad avanzada, fórmula que ahuyenta a sus empleadores.
De acuerdo con el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, el coronavirus dejó 273 mil 300 huérfanos que, en su mayoría, estarán a cargo de sus abuelos. Lo que abona a la intranquilidad que pesa sobre este sector y que, en muchos casos, solo cuentan con la Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores, que otorga el gobierno Federal.
El sistema atroz de desigualdad que vivimos parece cegar la sensibilidad, memoria, visión y solidaridad de los menores de 50 años; respecto de las carencias que sufre este grupo y no nos damos cuenta que, sus dificultades algún día serán las nuestras. Pues es evidente, que pronto la pirámide poblacional se invertirá.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), detallan que ellos representan el 22.16% de la población. Pero se estima que para 2050, representarán el 35.4% de los mexicanos. El organismo informó que en México, solo el 49.21% de la población mayor a los 50 años se encuentra ocupada. Por ello, debemos tomar acciones concretas que faciliten su incorporación en la actividad económica, mediante un empleo subordinado o para que emprendan sus negocios.
Es urgente adelantarnos a atender las crisis exacerbadas por la pandemia. El gobierno estatal y Federal deben llevar a cabo reuniones con la iniciativa privada, para incentivar la contratación de este grupo etario. En tanto, el Poder Legislativo debe hacer reformas para disminuir la carga tributaria de los empleadores que contraten a este grupo; por lo que se debe autorizar la deducción mínima del 50% del Impuesto Sobre la Renta, sobre la nómina de los trabajadores mayores de 50 años. Además, es necesario establecer la obligación de que en los centros de trabajo, donde la planta laboral sea mayor a 20 personas, al menos, el 5% sean mayores de 50. También, los tres niveles de gobierno deben destinar un mínimo del 20% de los recursos orientados a programas de emprendimiento o microcréditos para el autoempleo.
Actualidad Laboral / Con información de Forbes México - Israel Zamora, Senador de México