10-11-2017

Trabajadores de Playa grande Yachting Club, ubicado en el estado Vargas, denunciaron hoy que han sido víctimas de maltratos, gritos y amenazas por parte de la junta directiva del centro social. Las denuncias fueron hechas al equipo de Caraota Digital de manera anónima, puesto que los trabajadores pidieron no revelar su identidad para evitar más represalias en su contra.


Durante la entrevista indicaron que “han botado a diversos trabajadores. Por ejemplo, el caso de la ama de llaves. Le dijeron que había sido cambiada a obrera y ella no aceptó tal cargo y la despidieron, esto estuvo acompañado de malos tratos pues le dijeron que era una grosera y que no sabía hacer bien su trabajo”.


También comentaron que, uno de sus compañeros estuvo trabajando bajo un sol inclemente, sufrió una fuerte insolación y al llegar quince minutos tarde, la directiva le indicó que debía retirarse por no cumplir con su horario laboral sin tomar en cuenta su estado de salud. “Nosotros no tenemos seguro a dónde acudir en caso de algún accidente laboral, ellos no toman nada de eso en cuenta, y por los maltratos los trabajadores se callan, no dicen nada”.


No conforme con estas irregularidades, los trabajadores del club aseveraron que a la hora de botar a sus compañeros los obligan a firmar una carta de renuncia, “los botan sin ninguna razón y ellos no tienen ni una amonestación, despido que es ilegal”.


Denuncias ante el INPSASEL


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Como lo establece la ley, los trabajadores conformaron una comisión para realizar denuncias ante el organismo encargado en preservar los derechos laborales, sin embargo, la directiva no atendió las denuncias ni asistió a las citaciones del ente. “La semana pasada llegó al club una citación; no asistieron a tal citación y tampoco notificaron a los trabajadores. El deber ser es que al llegar la citación debió asistir la directiva, junto a los trabajadores, y ellos no informaron ni de la citación ni del día en que se debía asistir”.


“Los trabajadores son sustento de familia, personas humildes y tienen miedo a hablar, a denunciar porque no quieren perder los pocos ingresos que tienen. Muchas veces la directiva, así como también el jefe de mantenimiento, gritan y realizan descalificativos. En algunas ocasiones acusan a los trabajadores de ladrones”.


Para finalizar, los trabajadores exigen al ente gubernamental, así como a los dueños del club atender a sus llamados y velar por sus derechos tal como lo establece la ley. Esperan poder convivir en un ambiente de paz libre de “malos tratos, gritos y discriminación”.


Actualidad Laboral / Con información de Caraota Digital