29-03-2022
Los trabajadores de la prestigiosa compañía de medios de comunicación Condé Nast, que incluye publicaciones como Vogue, Vanity Fair y GQ; enviaron una carta a los gerentes, firmada por más de 350 empleados, para solicitar que la empresa reconozca voluntariamente su sindicato. Que se organizaría bajo el NewsGuild de Nueva York, una organización sindical fundada por periodistas en 1933, informó The Washington Post.

El sindicato de empleados en Condé Nast

El sindicato cubriría a más de 500 trabajadores editoriales y de producción de video en 11 publicaciones, incluidas Bon Appétit, Architectural Digest y Allure. Quienes lideran el esfuerzo dicen que, casi el 80% de los trabajadores elegibles han manifestado su apoyo. Los sindicalizados dicen que buscan transparencia salarial, aumentos más generosos y mayor seguridad laboral para los empleados subcontratados de larga data.

Otro objetivo es crear un comité de diversidad para revisar los datos de salarios y contrataciones, y garantizar que al menos, la mitad de los candidatos provengan de grupos subrepresentados. Varios trabajadores describieron un lugar de trabajo donde algunos empleados, cargan con el trabajo adicional de los colegas que se van, debido al agotamiento o al costo de vida en Nueva York.

El ejemplo de sindicato de trabajadores del New Yorker

Los esfuerzos de estos trabajadores vienen motivados por la exitosa campaña de sindicalización de empleados de la revista New Yorker, otro título de Condé Nast. En ese caso, se logró un contrato entre las partes que elevaba el salario de $47mil a $60mil para 2023. La campaña, que logró mucha visibilidad, ayudó a subrayar un mensaje que los empleados agraviados han estado tratando de transmitir: que el estereotipo del empleado de una revista de moda bien pagado, que se mueve por Manhattan en automóviles estilo limusina es un espejismo, una cosa del pasado.

En los últimos años, se han formado sindicatos en Hearst Magazines, editora de Cosmopolitan y Esquire, y Meredith, que publica Entertainment Weekly y Martha Stewart Living. Según reseña el Washington Post, la sindicalización no es un proceso rápido, y hay empresas de medios que se han resistido. La campaña de sindicalización del New Yorker se tornó polémica, con una protesta frente a la casa de Anna Wintour, editora en jefe de la revista Vogue; quien había sido ascendida para supervisar el contenido global, aunque el New Yorker no estaba bajo su competencia.

Al final, Condé Nast reconoció los sindicatos en cuatro de sus propiedades: el New Yorker, Ars Technica, Pitchfork y Wired. Quienes están impulsando esta última campaña, tienen la esperanza de que la empresa haga lo mismo; en vez de llevarlo a una votación con la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), agencia federal que vela por el cumplimiento de la legislación laboral, la negociación colectiva y prácticas laborales injustas. “Cuanto antes reconozcan voluntariamente, más pronto podremos llegar a la mesa de negociación y negociar un contrato”, dijo Nastaran Mohit, directora de organización de NewsGuild de Nueva York.

Actualidad Laboral / Con información de El Tiempo Latino