09-12-2024
Los trabajadores de Volkswagen aumentan la presión en Alemania con nuevas huelgas por horas este lunes; en medio de las negociaciones por el posible recorte de salarios, y cierre de factorías del grupo en el país. Como ya ocurriera la semana pasada, paran en nueve plantas. Esta vez serán en tramos de cuatro horas, el doble que el lunes pasado. Los primeros empleados han dejado sus puestos a las 09.30 horas, con una afectación potencial de 100.000 trabajadores.

La protesta coincide con la cuarta ronda de negociaciones entre empresa y trabajadores, con un choque cada vez más amargo por los recortes salariales y cierres puestos sobre la mesa. El mayor fabricante de automóviles de Europa busca formas de reducir radicalmente los costes en Alemania, para competir mejor con sus rivales asiáticos, más baratos; que han irrumpido en su mercado local. A eso se suma una caída de la demanda del cliente europeo. Todo ello en medio de un clima de incertidumbre política en el país, con elecciones anticipadas a inicios del 2025.

Los sindicatos piden a la dirección que se acerque a sus posturas

Los paros afectan a nueve de las diez fábricas que la automovilística en el país: Wolfsburgo, Braunschweig, Emden, Hannover, Kassel, Salzgitter, Chemnitz, Dresde y Zwickau. Solo parar dos horas cuatro líneas en la planta principal de Wolfsburgo, se traduce en una pérdida de 400 a 600 carros.

Incluso antes de que comenzaran las conversaciones, los líderes sindicales amenazaron con más huelgas si Volkswagen no se acercaba a su posición; pero dejaron abierta la posibilidad de una solución para Navidad. “Es hora de que la dirección haga un movimiento”, ha planteado Thorsten Groeger, del poderoso sindicato IG Metall.

Los trabajadores, que rechazan cualquier recorte salarial o cierre de plantas, pueden aumentar la presión con huelgas de 24 horas o incluso de duración indefinida. El sindicato planteó un sendero de negociación para ahorrar 1.500 millones de euros en costes laborales, si la compañía renunciaba al cierre de plantas. Algo que “todavía está lejos de ser suficiente para asegurar el futuro de Volkswagen”, en palabras del consejero delegado, Oliver Blume. La dirección plantea un recorte de costes de 17.000 millones para la marca Volkswagen y ramas relacionadas.