Una campana de bronce que solo puede ser cargada entre, al menos, cuatro personas se perdió del Oncológico Luis Razetti y nadie sabe cómo. Pero, se pierde una inyectadora y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) abre un procedimiento en contra de los trabajadores del hospital. Así resumió Pablo Zambrano, trabajador de la salud y dirigente sindical, la situación de injusticia, atropello y amedrentamiento que existe actualmente en el centro de salud.
“La próxima semana acudiremos a la Fiscalía a poner la denuncia. Han venido ocurriendo robos y nadie hace nada. El Cicpc siempre actúa contra los trabajadores pero no contra los verdaderos responsables”, apuntó. Zambrano manifestó que, una de las irregularidades en las que están involucradas las autoridades de salud, es en la falta de presupuesto para los hospitales. “Desde el mes de septiembre el ministro de Salud no envía los recursos”. Considera que eso hay que investigarlo. “Actúan contra los trabajadores pero no contra las autoridades de los hospitales”, recalcó.
La lucha no es personal, es por todos
Antonio Aponte tiene 64 años y es paciente oncológico del Razetti. Dijo que tiene más de cinco meses luchando por una operación y no logra entrar a quirófano. “Siento que si tengo que morir en esta lucha, moriré, pero que quede claro que el Estado no está haciendo lo que tiene que hacer”. Este miércoles, 21 de agosto, se sumó a la protesta, exigiendo recursos para el hospital. “Yo no estoy pidiendo cosas solo para mí, lo que estamos reclamando es para el beneficio de todos, de los trabajadores y de las personas que asisten a este centro de salud. Aquí lo que falta es gerencia, profesionales que sepan hacer su trabajo. Muchos ocupan cargos y no saben ni qué es lo que tienen que hacer”, sostuvo Aponte; quien recordó que un grupo de pacientes recolectó dinero para arreglar un equipo, lo repararon, pero no han podido ser operados porque otros equipos del hospital están fuera de servicio.
Muchas veces no tenemos ni un analgésico
La enfermera Doira Ramos no tuvo miedo durante la mañana de este miércoles. Ante los medios elevó su voz de reclamo. “Apoyo esta iniciativa de protesta porque estamos trabajando con las uñas, no tenemos ni un analgésico. Si los recursos para los hospitales están, como dijo el presidente Maduro, por qué no llegan”, dijo a Crónica Uno.
Ramos ratificó las denuncias de amedrentamiento en contra del personal del hospital. “Para nadie es un secreto que nuestro sueldo no nos alcanza ni para los pasajes, entonces si llegamos tarde al trabajo, nos quieren abrir un proceso administrativo, nos quieren botar, y todo por atrevernos a protestar. Tenemos habitaciones que no tienen luz, ¿cómo aplicamos un medicamento a oscuras durante las noches? Nos toca usar las linternas de los celulares. Tampoco tenemos agua, por eso tenemos que pedirle a los familiares de los pacientes que traigan. Los quirófanos están inoperativos porque no hay aire acondicionado, lo que obliga a suspender las operaciones”, explicó la enfermera.
Hector Villegas, camillero del Oncológico, fue claro: "Estamos peleando por los insumos de los pacientes y por el salario nuestro. No hay reactivos, el aparato de Rayos X no sirve, no hay agua ni para los baños, y además, el sueldo no nos alcanza para nada".
Actualidad Laboral / Con información de Crónica Uno - Fotos Erick S. Mayora