23-08-2018
La Organización Internacional del Trabajo, en el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, recuerda que muchas mujeres terminan atrapadas en situaciones de trabajo abusivo que en algunos casos pueden equivaler a formas modernas de esclavitud y esto se produce con frecuencia en el trabajo doméstico.
Una empleada doméstica filipina, por ejemplo, expresa que padeció abusos verbales y agresiones físicas de forma ininterrumpida durante más de un año, antes de huir y denunciar su situación a la policía. "Cada día me decía que estoy loca y me tildaba de estúpida. No podía soportarlo. Pero como seguía diciéndomelo a diario, al final me acostumbré. Cada vez que me pegaban me ponía a llorar en un rincón", recuerda Julia.
Existen unos 67 millones de trabajadores domésticos en todo el mundo con frecuencia son víctimas de varias formas de violencia y acoso, explotación y coacción, en particular abuso verbal y violencia sexual, que en ocasiones pueden provocarles la muerte. Los trabajadores domésticos que viven en el hogar de sus empleadores son especialmente vulnerables.
Para muchos de ellos, abusos cotidianos como la falta de descanso y el impago de su salario pueden conllevar fácilmente casos de trabajo forzoso. "Estaba atrapada, no podría escapar. Y no tenía dinero. No me pagaron ni un solo peso. Cada vez que le preguntaba a mi empleadora cuándo iba a recibir mi salario, me decía que lo pensaría", señala Julia.
Las normas internacionales pueden constituir herramientas muy eficaces para la protección de trabajadores domésticos. En virtud del
Convenio núm. 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos , aprobado en 2011, se reconoció la condición de trabajador a millones de empleados domésticos y se les empoderó para abogar por sus derechos en casos de violencia y acoso.
Por otro lado, en el marco del
Protocolo de la OIT relativo al trabajo forzoso , aprobado en 2014, los Estados Miembros deben adoptar medidas eficaces para evitar el trabajo forzoso, proteger a las víctimas y velar por el acceso de estas a la justicia. En particular, los países deben garantizar la aplicación de la legislación pertinente a todos los trabajadores en todos los sectores. Esa obligación es especialmente pertinente en el caso de los empleados domésticos, puesto que en determinadas legislaciones nacionales no siempre se reconoce su condición de trabajador, lo que impide que gocen de los derechos y la protección que poseen otros trabajadores.
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