La mayoría de las oficinas tienen al menos un adicto al trabajo que se niega a tomarse vacaciones. Los efectos negativos de negarse a salir de vacaciones, documentados en investigaciones, incluyen fatiga, un estado de ánimo negativo, problemas cardíacos y un descenso de la productividad. En el último año, alrededor del 15% de los empleados de EEUU que tiene derecho a tomarse vacaciones remuneradas no hizo uso de su derecho, según una encuesta realizada en marzo entre 952 empleados para la web de empleo Glassdoor.

Quienes se resisten a irse de vacaciones causan problemas ra toda la oficina. A menudo se niegan a delegar tareas, y podrían hacer que sus colegas se sientan culpables.

Algunas personas no se toman vacaciones porque trabajar sin parar les hace sentirse más seguros. Y la política de vacaciones de algunos empresarios les motivan a trabajar aún más.

La mejor cura, afirman algunos directivos, es una política de vacaciones obligatorias. Algunas empresas incluso están ofreciendo dinero para financiar las escapadas de los empleados.

Muchas personas que evitan las vacaciones tienen la esperanza de poder escalar posiciones más rápido. Brad McCarty, editor de tecnología, afirma que no se tomó vacaciones durante cinco años "para demostrar a mis jefes que soy un trabajador incansable».

Según un estudio que llevó a cabo la publicación Work and Occupations hace unos años, los hombres son más propensos que las mujeres a evitar tomarse un descanso largo, porque tienen la sensación de que aumenta su seguridad laboral.

Hay algunas pruebas que apuntan a que tienen razón. Una encuesta entre 971 empleados el año pasado realizada por la consultora Oxford Economics, descubrió que el 13% de los directivos no suelen ascender a los empleados que se toman todos sus días de vacaciones. Los trabajadores que se tomaron menos del total de sus vacaciones ganaron de media un 2,8% más en el año siguiente que los que se tomaron todos los días, según un estudio alemán publicado en 2012 en el Boletín Económico DIW.

Una carga de trabajo alta y el temor de que se acumule mucho trabajo en su ausencia es uno de los principales motivos por los que los empleados no disfrutan de todas sus vacaciones. Por otra parte, según un estudio holandés publicado en 2012 en el Journal of Happiness Studies, la sensación de salud y bienestar de una persona aumenta durante un período de descanso de dos semanas o más pero vuelve a caer a sus niveles previos a las vacaciones en la primera semana de regreso al trabajo.

Para algunas personas, trabajar sin parar es una forma de desarrollar la autoestima. Otros creen que hacer un sacrificio por sus compañeros de trabajo es positivo. Tal es el caso de empleados solteros que están dispuestos a ceder en beneficio de los casados y con más cargas familiares.

Bart Lorang, consejero delegado de FullContact, que gestiona contactos en la nube, lo llama el "síndrome del héroe equivocado". Algunos empleados creen que deben «estar siempre activos. Es como si sintieran una ola de adrenalina ante la sensación de que la gente los necesite todo el tiempo» explica el ejecutivo.

Además de los empresarios que animan a los trabajadores a guardar días de vacaciones pagos para acumularlas con las del año siguiente, ahora muchos están ofreciendo vacaciones remuneradas. En 2012, FullContact comenzó a ofrecer a sus empleados 7.500 dólares al año para que se tomaran vacaciones. El uso de los días de vacaciones aumentó significativamente. Los empleados se toman una media de 10 días. En opinión de Lorang, «las personas que tenían dificultad en delegar aprenden a hacerlo con rapidez al comenzar a tomarse vacaciones».

Actualidad Laboral / Con información de Expansion.com