En el momento en el que abres los ojos, esos pocos minutos son cruciales para establecer el tono de todo el día. Tu estado de ánimo le dice a tu cerebro cómo debe funcionar el resto del día. Si quieres que tu día sea productivo y cumplir tus objetivos, lo primero que tienes que hacer es despertarte "bien".


Tienes un despertador que se encarga de que te despiertes a tiempo. Pero eso no puede garantizar el desarrollo de tu día. Recuerda que despertarte con el sonido de la alarma es solo una pequeña parte de la gran batalla que se avecina.


Tu rutina matutina simple lo decide todo sobre cada minuto. Si estás fatigado y de mal humor eso es lo que se quedará contigo. Aquí tienes 5 sencillos mantras para arreglar tus mañanas y dejar de lado esos malos hábitos que están destruyendo tu ciclo del sueño.


Duerme bien


Comprende la importancia del sueño. Es algo que no se puede dar por garantizado. Dormir de más o de menos no es bueno para tu cuerpo. Duerme al menos 6 horas y un máximo de 8 horas. Tu cuerpo no requiere más descanso que eso. Durante la noche, aléjate de los productos con cafeína, lee algún libro o artículo agradable o date una buena ducha. Sigue esta pauta durante algunos días. Nunca des por sentado el sueño. Para mejorar el día siguiente, dormir bien es el elemento más importante.


Di no al móvil durante 20 minutos


Asegúrate de que únicamente utilizas el teléfono para apagar la alarma por la mañana. Está bien no comprobar los correos electrónicos, las notificaciones, los mensajes y todo lo que ocurre en las redes sociales. Resiste tu impulso de saberlo todo a primera hora de la mañana. Dale un respiro a tus ojos y a tu mente. No puedes permitir que la tecnología gobierne tu vida. Las mañanas son el mejor momento y son simplemente para ti, así que aprovéchalas. Simplemente evita encender Internet y el wifi durante algún tiempo. Confía en nosotros, no te perderás mucho en la vida.


Mantén una buena postura


La forma en la que caminas es importante; del mismo modo, la forma en la que te levantas también lo es. ¿Has visto alguna vez cómo te levantas exactamente de la cama? No des un tirón de tu cuerpo ni te levantes de golpe. Rueda sobre el lado derecho y simplemente levanta el cuerpo. Empújate de manera que estés sentado de la manera correcta. Empújate en posición sentada y luego levántate de forma recta. Este es el despertar perfecto. Si haces esto bien, el resto acabará cayendo en su sitio.


Di no al té y al café


Hay una razón por la que nuestros abuelos solían seguir cierto tipo de hábitos. Así que, por muy listos que seamos, deberíamos tomar algunos folletos de su libro e incorporarlos a nuestra vida. Empieza el día con agua tibia, exprime limón fresco en ella y añade una cucharadita de miel. Esta simple bebida es milagrosa. Desde poner en marcha tu metabolismo, limpiar tu cuerpo hasta quemar grasas, es un arma que debes tener. Dale a tu cuerpo al menos 20-30 minutos y luego sigue con tu rutina. Para los adictos al té y al café, los primeros días pueden ser muy difíciles, pero con el tiempo, tu cuerpo se acostumbrará a la nueva rutina saludable. No estamos diciendo que no puedas tomar cafeína, sino que solo la tomes durante el desayuno.


Ponte una tarea


Te has levantado de la cama y te has preparado un vaso de agua con limón. ¿Qué tal si aprovechas ese momento y estableces un plan para el día? Ponte un objetivo cada día, pero no te agobies. Limítalo a dos o cuatro. Puede ser algo tan sencillo como ir al gimnasio, comer sano o invertir en acciones. Tan solo asegúrate de que estás haciendo algo que llevas mucho tiempo posponiendo. Come sano Lo que comes marca la diferencia. Empieza el día con algo sano y que te llene. Un bol de fruta, algo con proteínas, un batido, una taza de té o café. Tu cuerpo necesita energía para funcionar.


Haz ejercicio y medita


Esto es esencial y sin embargo lo ignoramos. Haz algunos estiramientos, saltos y otros ejercicios básicos. Tu cuerpo necesita ejercitarse; no puedes esperar que se ponga en forma por sí solo. Pasando a la meditación, no la ignores. Ayuda a fortalecer tu mente y tu alma. Cuanto más creas que es difícil, más difícil será. Comienza con la meditación y verás lo significativo que es para tu proceso de pensamiento. Lee algo que merezca la pena Empieza el día leyendo algo bueno. Puede ser un artículo de negocios que añada valor a tu trabajo o un artículo de inspiración que amplíe tus horizontes. Simplemente asegúrate de alimentar tu cerebro con contenidos de calidad.


Actualidad Laboral / Con información de Ihodl