Aunque Elon Musk piense que el teletrabajo es "moralmente incorrecto",
la pandemia demostró que estar en la oficina, no es esencial para que la gente haga su trabajo. Ya son muchas las empresas que han decidido que sus empleados vuelvan a trabajar a la oficina, al menos unos días a la semana; con Amazon, Apple, Google y Twitter a la cabeza. Sin embargo,
muchos se niegan a renunciar al trabajo remoto por completo, e incluso, algunos aceptarían un recorte salarial para mantener esa flexibilidad.
Los estudios sugieren que
los desplazamientos al trabajo, son la principal razón por la que los empleados no quieren volver a la oficina todos los días de la semana. Poder disponer del tiempo que supone el viaje a la oficina ha permitido a muchos, tener más tiempo para las tareas del hogar; y las relaciones personales con la familia y amigos.
El peaje de los desplazamientos
El transporte público puede ser dolorosamente caro. En lugares como Nueva York o Londres –y en Madrid antes de que el Gobierno aplicara las reducciones del 60%–; los precios están por las nubes. En Nueva York, un billete sencillo de metro cuesta 2,75 dólares, y una MetroCard mensual, 127. En Londres, un abono mensual cuesta entre 193 y 353 libras al mes, dependiendo de dónde se viva.
A los que van en carro al trabajo no les va mucho mejor. Siguiendo con el ejemplo de la gran manzana, los conductores estadounidenses gastan una media de 1.771 dólares al año sólo en seguros. Mientras que los neoyorquinos gastan, además, unos 764 dólares en gasolina, según Bankrate; una página web de comparación de hipotecas.
Un reciente informe del
Centre for Cities, un grupo de reflexión británico, pedía a los representantes públicos "fomentar las ventajas del trabajo en la oficina. Reduciendo al mismo tiempo, los costes que supone para los trabajadores los desplazamientos". Pero Paul Swinney, director de política e investigación del Centro, sugiere a
Business Insider que
los empresarios podrían contemplar en los salarios los gastos de desplazamiento; pero las empresas "son reacias a sentar un precedente".
Algunos han sugerido oficinas satélite como solución y compromiso por parte de las empresas; para permitir que los trabajadores, sigan teniendo flexibilidad. Sin embargo, Swinney asegura que estas oficinas no siempre equivalen a tiempo, cara a cara con los colegas; y podrían significar pagar "el coste del viaje, sin obtener el beneficio".
Los trabajadores no sólo consideran los desplazamientos una pérdida de dinero. También lo ven como una "completa pérdida de tiempo"; según Mark Dixon, director general de la empresa de oficinas flexibles International Working Group. "No quieren hacerlo", aseguró a CNBC en marzo.
En 2019, el trayecto medio de un desplazamiento fue de 27,6 minutos, según la Oficina del Censo de Estados Unidos. Mientras que casi el 10% pasó al menos una hora viajando.
Los viajes al trabajo también pueden afectar a la salud mental, según
Psychology Today. En el blog se apuntaba a que los desplazamientos a la oficina, tenían "costes psicológicos y sociales significativos". Y se añadía que "los viajeros, pueden experimentar aburrimiento, aislamiento social, ira y frustración por problemas como el tráfico o los retrasos."
Un informe de 2016 de la Real Sociedad de Salud Pública del Reino Unido descubrió que, más de la mitad de los encuestados sentían que sus desplazamientos al trabajo les causaban un mayor estrés.
Recuperar el tiempo de los desplazamientos puede ayudar a abordar algunos de estos problemas. Y, ofrecer una mayor flexibilidad mientras se cuida la salud mental.
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Actualidad Laboral / Con información de Business Insider