La realidad se encuentra en constante cambio, lo que genera la aparición de nuevos escenarios y reglas en un mercado cada vez más globalizado. Estamos atravesando una revolución laboral que, potenciada por la pandemia del Covid-19, obligó a las empresas de todo el mundo a adaptarse a una nueva realidad.


Como producto de este nuevo mercado surgen tres factores principales que es necesario entender y analizar, para poder sacarles el máximo provecho y no sucumbir ante sus nuevas aristas.


Estos son: la migración del mercado laboral hacia el ámbito tecnológico, la "remotización" y la internacionalización laboral.


Migración tecnológica


La fuerte migración tecnológica otorgó a las empresas, la posibilidad de expandirse a todos los mercados del mundo. Las barreras físicas, tanto en productos como en logística, han dejado de existir dando como resultado una aceleración en los cambios de paradigmas y un mayor flujo laboral internacional.


El traspaso al mundo digital trajo consigo una "nueva revolución industrial", un salto del mundo físico y analógico a uno virtual, cuya consecuencia principal es la evolución constante de las categorías laborales tradicionales. Cada vez más, surgen profesiones y especializaciones que antes no existían y que se abren paso rápidamente en el mercado globalizado.


Tanto las empresas como los trabajadores deben hacer frente a estos nuevos desafíos. Las empresas, por su lado, tienen un nuevo reto: mantenerse actualizadas y adaptarse a los distintos escenarios que surgen, mientras que los trabajadores de la tecnología deben "aprender a aprender", pues las profesiones dejaron de ser estáticas exigiendo aprendizaje y renovación constante de quien desee llevarlas a cabo.


Siempre habrá nuevas especializaciones que serán indispensables en el futuro cercano, mientras que otras se volverán obsoletas.


"Remotización" laboral


La "remotización" laboral era una realidad incipiente que se acercaba a pasos agigantados, y con la llegada del Covid-19, finalmente se hizo presente. La nueva realidad del mundo obligó a todos a dar un volantazo y adaptarse al nuevo escenario donde la remotización del trabajo ya no es un beneficio, sino una necesidad.


Este es, quizás, el desafío más complejo a enfrentar. En esta nueva realidad el empleador deberá encontrar las formas de generar un ambiente laboral agradable y la sensación de trabajo en equipo aun cuando esto suceda fuera de un entorno controlado. Para lograrlo, serán claves las vías de comunicación y la atención al detalle, procurando que cada empleado se sienta cómodo en su rol, y parte de un todo.


En el caso del empleado, esta nueva modalidad requerirá de una fuerte autodisciplina. Acostumbrado a formar parte de un ámbito laboral controlado durante un horario fijo, el trabajador se encuentra ahora con un escenario en el que no le es fácil manejar la rutina y separar su vida personal de la laboral.


Los canales de comunicación deberán no sólo estar siempre activos, si no que se necesitará incentivar su uso y evitar la sensación de aislamiento por parte de la fuerza laboral.


En conclusión, el esfuerzo de ambas partes deberá ser capaz de sobrellevar esta adaptación sin mayores complicaciones para poder disfrutar de sus múltiples ventajas.


Internacionalización laboral


La nueva corriente de internacionalización laboral guarda estrecha relación con la migración tecnológica que se está dando en el mundo de hoy. El paso al escenario digital derribó las fronteras y terminó de globalizar el mercado, lo que generó en las empresas la necesidad de expandir sus actividades contando con una mayor diversidad.


Las compañías enfrentan el desafío de la internacionalización aprendiendo a coexistir con diferentes culturas, tanto a nivel laboral como personal. A partir de ahora la expansión requerirá de una fuerza laboral regional capaz de sincronizar sus actividades trabajando con husos horarios diferentes y con metodologías que permitan un trabajo asincrónico igualmente productivo.


Para el empleado, el gran desafío será mantenerse competitivo si quiere internacionalizar sus servicios.


El idioma será ahora una herramienta fundamental ya que le abrirá las puertas de los mercados extranjeros que puedan necesitar de sus servicios. Principalmente el inglés, se transforma ahora en una herramienta inmejorable de negociación salarial para el empleado, y en un desafío para las empresas, argentinas y latinoamericanas primariamente, compitiendo en un mercado global que cuenta con monedas sensiblemente más fuertes que las propias.


El mencionado desafío de la multiculturalidad que aparece también en el ámbito del trabajador, tanto si quiere internacionalizarse como si no, ya que las empresas tienden a diversificar su fuerza laboral y buscan personas que puedan adaptarse a trabajar en equipos globales. Esto se suma al factor de la "remotización" como una nueva cuestión a la que deberá prestar atención, no solo con el inglés si no conectando con otras culturas y entendiendo las diferencias, y cómo estas afectan la colaboración en el trabajo.


Quienes tengan la capacidad de adaptarse y desarrollar habilidades para lidiar con estas nuevas necesidades del mundo laboral, serán quienes logren sacarle el máximo provecho a este actual y dinámico escenario global.


Actualidad Laboral / Con información de IProfesional