Pedir un aumento de salario no es tan difícil como parece. A pesar de que haya que esperar al momento adecuado para hacerlo, lo cierto es que con algo de preparación del terreno y una buena dosis de información objetiva que avale tus méritos es muy probable que consigas que tu empresa decida engordar tu nómina. De hecho, hay una serie de estrategias que suelen pasar desapercibidas y que también pueden ayudarte a lograr ese aumento.


Explica (bien) el motivo del aumento


No vale solo con desear un aumento: debe haber una razón detrás, más allá de que necesitas ganar más dinero porque tu estilo de vida así lo demanda. En este sentido, conviene esperar a haber logrado algún hito dentro de la empresa, como haber acabado con éxito un proyecto o haber participado directamente en una operación que ha generado cuantiosos ingresos para la compañía. ¿Es el caso? Bien, pues ahora toca elaborar una presentación de un informe con los datos que puedan avalar al máximo tus méritos. No se trata simplemente de presentar una cuenta de resultados, sino de explicar el valor cualitativo de tu trabajo. Por ejemplo, puede que te resulte difícil medir tu impacto económico directo en la empresa, pero sí puedes reflejar un proceso que has optimizado con tu labor, como acabar con la pérdida de tiempo en las reuniones estableciendo un sistema para reducirlas considerablemente.


Reflexiona sobre el contexto de la empresa


Es normal pensar que los problemas de la empresa no van contigo, pero no conviene olvidarse completamente de ellos. Un caso recurrente es el de la revisión de salario preacordada: puede que hace seis meses te prometieran revisar ahora el salario y estás en tu derecho de exigir una reunión para tratar el tema, pero también hay que tener en cuenta que las circunstancias cambian. Si la empresa ha sufrido pérdidas mayores de lo normal, si se ha perdido una fuente de ingreso importante o si se encuentra en mitad de un proceso de reestructuración de su cúpula, tal vez deberías plantearte posponer esa petición de aumento para más adelante.



Calcula tu valor de mercado


Pero si consideras que ha llegado el momento de tratar con tu jefe ese aumento de sueldo, lo mejor es empezar desde lo más básico: ¿cuánto vales? Puede resultar complicado saber cuánto podrías cobrar en otra empresa, según tu puesto actual, formación y especialización. Afortunadamente, hoy en día existen algunas herramientas como Glassdoor o Payscale que sirven tanto para evaluar cuánto se paga de media tu puesto en el mercado como para conocer las herramientas o habilidades específicas que cotizan al alza.


Ponte en la piel de tu jefe


aumento

Otra de las consideraciones previas a la hora de negociar un aumento de sueldo es prever qué respuestas te dará tu jefe (o la persona encargada de evaluar tus méritos para esa subida). Por eso, una buena manera de anticiparte a las derivas de la conversación con él es ponerte en su piel. Puede que quieras centrar tus méritos en un aspecto concreto, pero debes asegurarte de que sea algo que tu jefe realmente valora. Es decir, que si tu jefe no está tan interesado en que incrementes de manera directa los ingresos de la compañía, no tiene sentido de que le hables de números. En ese caso, es mejor idea que centres la conversación en el proyecto en sí o en la mejora de procesos.


Sé estrictamente profesional


Otro error común es pensar que tu jefe es tu amigo. O peor, un familiar. No, tu jefe no tiene por qué concederte un aumento por el mero hecho de que tengas un problema personal o hayan aumentado tus deudas. Apelar al plano personal no solo es poco profesional, sino que suele generar rechazo de inmediato. Es preferible enfocar la conversación solo por el cauce de lo laboral y en cómo podrías seguir ayudando a la empresa.


No desesperes si la respuesta es "no"


A veces, aunque tú consideres que se trata del momento oportuno para pedir un aumento de sueldo, puede que hayas pasado por alto algo que indique que no lo es: tal vez la empresa va peor económicamente de lo que trata de reflejar, quizás no estás interpretando correctamente qué se requiere exactamente de ti o, incluso, puede que simplemente de que el proyecto haya virado de tal manera que tu trabajo (y lo que consigues con él) ya no es tan prioritario como antes. Sea como fuere, lo importante es no desesperar si la respuesta a tu petición de aumento es "no", ya que solo refleja que no era el momento indicado. Prueba a recabar más información, a añadir alguna variante a tu trabajo que vuelva a ponerte bajo el foco, etc. Pero, si crees que definitivamente te has estancado en un puesto, es probable que haya llegado el momento de ir buscando otro trabajo.


Actualidad Laboral / Con información de LaInformación