Ya hay una nueva relación laboral orientada sobre todo a la prestación de servicios y no tanto al contrato tradicional por horas. La ubicación física en la empresa, el cargo, o incluso la presencia, necesidad y supervisión de un jefe tienden a desaparecer o a transformarse. Silvia Leal, mentora de Human Age Institute, cree que la uberización del empleo es una de las grandes tendencias del futuro que determinará la vida de las organizaciones y de quienes trabajan en ellas. Hay nuevas fórmulas de empleo que exigen un nuevo tipo de organizaciones, con otra flexibilidad.
Paco Muro, presidente de Otto Walter en España, coincide en la importancia de esta tendencia, que implica "integrar las nuevas formas de trabajar (freelance, trabajo desde casa, por proyectos, por resultados, por aportación o en grupo). Hay nuevos tipos de contratos laborales rompedores con el sistema actual de empleador y empleado a una determinada cantidad por horas semanales".
La relación entre empleado y empleador distinta implica nuevas oportunidades, y plantea nuevos conflictos legales y profesionales, además de otras fórmulas de retribución, de valoración y compensación de la efectividad, alejadas del presentismo.
Andrés Pérez Ortega, consultor en estrategia personal, habla del neopluriempleo: "No sólo vamos a tener varios trabajos en nuestra vida sino a lo largo del día. Quizá sea por necesidad (un sueldo ya no da para subsistir) o para tener un colchón financiero, pero vamos a volver al pluriempleo, aunque de un modo distinto al de nuestros padres. Tendremos unos ingresos fijos o semifijos, pero estaremos obligados a encontrar formas alternativas de generación de ingresos para suplir las carencias o cubrir los periodos de desempleo. Pequeños trabajos virtuales". Pérez añade que "a partir de ahora, las relaciones entre empleado y empleador se van a transformar en una relación entre cliente y proveedor. Una entrevista de trabajo ya no será una mala copia de un interrogatorio policial light, sino que será una reunión comercial en la que se negociarán servicios. Un despido será una finalización de contrato y por otra parte, un profesional deberá sentirse libre para moverse si considera que su cliente no cumple con lo establecido o encuentra otros que le proporcionen lo que está buscando".
En esta uberización del trabajo, cada profesional pondrá su oferta a en un escaparate virtual y será valorado como corresponde. Esto es lo que se lleva denominando desde hace décadas trabajar por proyectos, pero es ahora cuando es posible, porque la información fluye con más facilidad.
A eso se añade que el profesional tendrá que mantenerse empleable por sí mismo. Pérez opina que "ya no podrá decir que Recursos Humanos o, más bien, el nuevo departamento de gestión de profesionales, no le da la formación que desea, porque ahora será cada trabajador el que diseñe su propio proyecto profesional. La carrera profesional será algo del pasado porque, como su propio nombre sugiere, es algo así como un grupo de individuos corriendo en su carril correspondiente para llegar a una meta establecida. Esa es una mentalidad 1D y ahora debemos pensar con mentalidad 3D. Ya no hay una única dirección por la que transitar hasta jubilarse sino que habrá ascensos, aterrizajes forzosos, turbulencias y podremos desplazarnos de una profesión a otra simplemente cambiando el plan de vuelo".
Actualidad Laboral / Con información de Expansión