25-01-2018

Un boleto de avión, desde el aeropuerto de Maiquetía hacia Puerto Ordaz, ciudad a 656 kilómetros de la capital, vale Bs. 63.000; mientras que una hamburguesa “barata” en la ciudad cuesta Bs. 100.000. Y, una botella de dos litros de refresco, vale exactamente el doble que el pasaje aéreo.


Este fenómeno se explica porque, el gobierno mantiene regulados los precios de los tickets aéreos. Sin embargo, estos precios no cubren la estructuras de costo de las aerolíneas que operan dentro de Venezuela, que mensualmente deben invertir 1.000.000 de dólares por cada avión.


Viajar por tierra es más caro


Los precios bajos de los pasajes de avión se deben a que, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) los mantiene regulados, aunque no correspondan con sus costos de operación. Un boleto de ida y vuelta en avión entre Caracas y el Vigía (Mérida, a 752 kilómetros de distancia), es vendido a Bs. 113.000; mientras que un pasaje de ida y vuelta en bus, que salga de un terminal privado de la capital, hacia el estado andino cuesta Bs. 620.000. Lo que representa una diferencia de 448% más, en comparación con lo que tendría que invertir para viajar vía aérea.


No solo viajar en autobús dentro de Venezuela es más caro que hacerlo por avión. La tarifa de un taxi entre Caracas y Maiquetía es de Bs. 500.000, tres veces más que el valor de un boleto aéreo con retorno entre el aeropuerto Simón Bolívar y Maturín (a 500 kilómetros), que es ofrecido en Bs. 170.000.


rodovias-autobus


Para las aerolíneas es inviable volar dentro de Venezuela


Los precios bajos de los pasajes aéreos en comparación con otros medios de transporte, con productos de consumo diario y servicios, son reflejo de la distorsión en la economía venezolana, altamente influenciada por el precio del “dólar negro”.


El economista y director de la firma financiera Econométrica, Henkel García, explicó a Efecto Cocuyo que, fijar precios “artificiales” sobre productos y servicios,  que requieren de insumos que solo pueden ser conseguidos en el exterior en dólares, como es el caso del transporte aéreo, sin mecanismos de adquisición de divisas oficiales, lo único que trae es escasez.


“Con los precios regulados y sin mecanismos oficiales para la adquisición de dólares, para las aerolíneas es inviable volar dentro de Venezuela”, señaló el especialista. Quien indicó que, lo mismo ocurre en otros sectores que tienen sus costos regulados por el Estado. Sin embargo, no todos los productos y servicios son tan sensibles a la depreciación del Bolívar.


“Entre mayores sean los componentes importados de un producto, más sensible será a las subidas del dólar; por lo que, como se ha señalado antes, es necesario liberar su compra y venta. Al hacerlo, su precio será menor al dólar negro”, indicó el economista, quien agregó que es necesario desregularizar el valor de los productos, para que se equilibre la economía.


No dan las cuentas


ALAV-presidente


El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (Alav), Humberto Figuera, informó a Efecto Cocuyo que para mantener un avión McDonnell Douglas/MD-80, de 188 puestos, que es el más utilizado por las empresas aéreas, se requiere 1.000.000 de dólares mensualmente, 11 millardos de bolívares, si se calculan a la última subasta del Dicom.


Para conseguir las divisas legalmente, las compañías solicitaron y recibieron dólares adjudicados por medio del Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom). Sin embargo, después de su suspensión en agosto de 2017, no volvieron a recibir divisas por parte del Estado, que en la última subasta adjudicó dólares a más de Bs. 11.000.


Pese a que el precio de la moneda estadounidense, adjudicada en la subasta, era mucho menor al dólar en el mercado negro, que para la mañana de este miércoles estaba en Bs. 261.517, las ganancias por vuelo son insuficientes si cobran los pasajes a precios regulados. Si una de esas aeronaves sale de Maiquetía hacia Puerto Ordaz diariamente, con pasajeros que hayan pagado Bs. 63.000 por su pasaje, una aerolínea obtendría mensualmente Bs. 355.320.000, cifra que no llega cerca a la cantidad necesaria para mantener la aeronave.


“Bachaqueo de pasajes”


Debido a la diferencia entre costes y precios de boletos, las compañías aéreas han disminuido la cantidad de vuelos dentro de Venezuela. Si volaban seis veces semanales de Maiquetía a Margarita, ahora lo hacen dos veces. Esta reducción de vuelos trajo como consecuencia el “bachaqueo” de pasajes.


Se conoció que personas revenden boletos que consiguen, gracias a sus contactos dentro de las aerolíneas, a precios que superan por mucho el precio regulado. Un pasaje ida y vuelta desde el aeropuerto Simón Bolívar hacia el Vigía, cuesta regulado Bs. 113.000 pero, es vendido por “bachaqueros” hasta en Bs. 1.500.000.


Las directivas de las compañías aéreas no pueden hacer mucho, para evitar este tipo de irregularidades. Puesto que afirman que, si despiden a los empleados que se prestan para estas ilegalidades, los nuevos que lleguen harán lo mismo, porque hay mucha demanda y muy poca oferta de boletos.


Se supo además que las aerolíneas que tienen oficinas fuera del país, venden los pasajes en dólares a precios mucho más rentables. Una venezolana radicada en Puerto Rico, quien pidió mantener su nombre en reserva, pagó en diciembre 30 dólares por un vuelo entre Caracas y el estado Mérida, en la oficina de una compañía aérea venezolana en Miami.


Actualidad Laboral / Con información de Efecto Cocuyo