Casi una de cada dos personas en el mundo, vive con menos de 5,50 dólares al día, refiere el Banco Mundial en su análisis donde destaca que, “aunque la pobreza extrema es menos de 3% en la mayoría de las economías, la prevalencia de la pobreza es mucho más alta en todo el mundo cuando se usan líneas más elevadas para definirla”.
El caso venezolano parece ser un caso extremo de este planteamiento del organismo mundial, cuando se hacen los cálculos sobre los ingresos de la población, cuyo salario mínimo está fijado en 1.800 bolívares soberanos. “En Venezuela el salario mensual oficial equivale a 0,92 dólares diarios a la tasa Dicom y 0,22 dólares a tasa paralela”, escribió el politólogo y especialista en programas sociales Luis Francisco Cabezas, en su cuenta en Twitter a propósito de este dato.
En una revisión del análisis que sobre el tema lleva el Banco Mundial, destaca que están introduciendo estándares más altos para medir la pobreza, y la línea de pobreza internacional marca 1,90 dólares como ingreso diario, rango al que tampoco se acerca lo que perciben los venezolanos a partir del último salario mínimo fijado por el gobierno nacional.
De acuerdo con el Banco Mundial, el ingreso diario de 5,50 dólares equivale a un rango o línea de ingreso mediano alto y, 3,20 dólares diarios a la línea mediano bajo. A tasa de cambio no oficial, el ingreso estándar de los venezolanos no está por encima de medio dólar.
El mundo ha realizado enormes avances en materia de reducción de la pobreza extrema. Sin embargo, si las actuales tendencias continúan, no podremos poner fin a la pobreza en 2030, señala el organismo.
El espiral hiperinflacionario no se detiene en Venezuela con un índice de precios que cerrará 2018 en 4.500.000 %, según los últimos análisis, con salarios pulverizados, con muy poca o ninguna capacidad de compra. El que gana salario mínimo, que hoy es de 1.800 bolívares (27 dólares al cambio oficial), “solo le alcanza para el pasaje” en el transporte público, dijo el diputado y economista Ángel Alvarado, que descarta asimismo que los bonos en bolívares que, eventualmente deposita el Gobierno a un grupo de venezolanos, tampoco ayuda a paliar la crisis.
“Los aumentos salariales en este momento no resuelven la situación social y económica que tiene el pueblo venezolano y en este momento, la familia venezolana está desesperada, está exhausta, está que no sabe qué hacer”, dice Alvarado que cree que el país va por “el camino de la destrucción”.
Actualidad Laboral / Con información de Descifrado
