Un estudio realizado este año por tres profesores de universidad muestra que en un mercado laboral sin regulación (totalmente flexible) los efectos de una recesión sobre el empleo serían inexistentes, puesto que este mercado se ajustaría vía precios, es decir, a través de los salarios. Todo lo contrario ocurre en los mercado laborales regulados y que cuentan con un exceso de protección de algunos trabajadores, donde el ajuste en las recesiones se producen vía cantidades, es decir, a través de despidos.
Los economistas Sergei Guriev, profesor y economista jefe del Banco para la Reconstrucción y el Desarrollo, Biagio Speciale, profesor de Economía en la Paris School of Economics, y Michele Tuccio, profesor ayudante en la University of Southampton, muestran en su trabajo
How do regulated and unregulated labor markets respond to shocks que la regulación y la protección de ciertos tipos de empleados tienen un fuerte impacto sobre el comportamiento del mercado laboral. Esta situación puede explicar parte de la brecha existente entre los países del norte y del sur de Europa en lo que se refiere a las tasas de empleo y desempleo.
Para realizar estas declaraciones, dichos expertos comparan el funcionamiento del mercado laboral en Italia dividiéndolo entre el trabajo formal, que debe ceñirse a la legislación italiana, y el trabajo informal (trabajo en negro), que no se rige por ninguna regulación. Estos economista explican que ha sido complicado obtener varias fuentes de datos sobre el trabajo informal, por lo que se han visto obligados a emplear una sola fuente para realizar este estudio.
El ajuste de los salarios
"Una de las explicaciones más usadas para argumentar esta diferencia residen en las instituciones que previenen el ajuste de salarios a la baja. Si los salarios no caen, un shock negativo sobre la demanda agregada (como el de la Gran Recesión) desemboca en pérdidas de trabajos", explican estos economistas.
"Por otro lado, si los salarios pueden caer, los mercados laborales alcanzan un nuevo equilibrio que devuelve a este mercado a una nueva normalidad. El ajuste de los salarios a la baja es especialmente importante en los países de la Eurozona donde los shocks no se pueden amortiguar a través de una depreciación del tipo de cambio, ni a través de la movilidad laboral interna", puesto que la movilidad del factor trabajo en la Eurozona es muy limitada, si se compara por ejemplo con EEUU.
Ante un escenario de recesión, la demanda y la producción agregada se reducen, por lo que parte del factor trabajo puede llegar a ser innecesario. En un mercado laboral sin regulación se produciría un ajuste vía salarios y horas de trabajo, hasta que se encontrase el nuevo punto de equilibrio necesario para mantener la producción de la economía dentro del nuevo escenario.
Durante los años 2008 y 2013, los salarios se desplomaron un 20% en el sector informal de la economía italiana. Mientras tanto, los trabajadores contratados de forma legal no sufrieron pérdidas salariales de media durante esos años, aunque a partir de 2013 se aprecia que los salarios comienzan a caer levemente. Es decir, el mercado laboral regulado comienza un pequeño ajuste vía salarios con varios años de desfase, lo que provoca que las empresas tengan que realizar los ajustes vía despidos, sobre todo de los trabajadores menos protegidos.
Entre 2008 y 2013, el empleo en Italia se redujo un 16%. "En el mismo periodo de tiempo, el empleo en el mercado laboral informal se incrementó alrededor de un 1,6%. Este hallazgo es bastante consistente con la narrativa convencional: la rigidez a la baja de los salarios desemboca en destrucción de empleo en el mercado laboral formal o en un desplazamiento de trabajadores hacia el sector informal".
Por último, estos economistas explican que el ajuste de los salarios en el empleo informal se produce sobre todo en ocupación sencillas, es decir, en trabajos que requieren una escasa cualificación. Mientras en las ocupaciones que estos expertos denominan como 'complejas', donde los trabajadores necesitan una formación y unas habilidades específicas, los salarios no sufren tanto: "En las ocupación 'complejas', los trabajadores cuentan con unas habilidades determinadas y por lo tanto son difíciles de reemplazar, por lo tanto, incluso en los mercados laborales no regulados, sus salarios no caen durante las recesiones".
Actualidad Laboral / Con información de El Economista / Vicente Nieves