Pese a la incertidumbre económica, algunos trabajadores están apostando por cambiarse de empleo y capacitarse. Todo sea por no perder vigencia y adaptarse a las nuevas necesidades que exige el mercado.
Según un estudio del IBM Institute for Business Value (IBV), uno de cada cuatro encuestados a nivel mundial planea cambiar de empleador en 2021. El estudio, que se consultó a 14.000 personas, reveló también que muchos de ellos se cambiaron de trabajo voluntariamente en 2020 y que, incluso, pueden estar en movimiento nuevamente este año por las mismas razones: horario y ubicación más flexible, mayores beneficios y apoyo para su bienestar, entre otras.
El 33% de los encuestados pertenecía a la Generación Z (edad 18-24) y 25% eran Millennials (edad 25-39). Si bien se trata de una decisión arriesgada, para Kelly Ribeiro, líder de Talent Transformation de IBM América Latina, “estas generaciones tienen la movilidad y los cambios como parte de su ADN. Confían en sus capacidades, están más tecnologizados y buscan nuevos incentivos y competencias".
No hay que olvidar que en varios países los Millennials son la principal fuerza de trabajo. Es bastante probable que pese a los desafíos que conocemos, insistan en cambiarse de trabajo o buscar nuevas oportunidades.
Mario Mora, CEO y fundador de Firstjob, añade que una situación incierta en el trabajo debido a la pandemia puede influir en que las personas tomen la iniciativa de cambiar su empleo.
“Los jóvenes profesionales tienen un interés continuo por temas de aprendizaje y desarrollo de carrera. Según nuestro estudio Employers for Youth Chile, el 20% de los jóvenes elige un empleo por estas características”, dice el CEO.
Y aunque la juventud puede ser el factor diferenciador de quienes esperan encontrar una nueva posición en estas circunstancias, lo cierto es que la búsqueda de empleo no ha repuntado. Al contrario, de acuerdo al último informe Workmonitor de Randstad, la búsqueda de un nuevo trabajo sufre una caída a nivel mundial. Por un lado, muchas empresas han congelado sus procesos de reclutamiento y si la situación empeora, quienes acaban de encontrar trabajo pueden perder esta posición en unos meses más, perdiendo el beneficio de la antigüedad laboral, por ejemplo.
Como muestra, una encuesta de IBM Institute for Business Value revela que 255 millones de empleos de tiempo completo se perdieron a nivel mundial solo en el último trimestre de 2020, en su mayoría por la interrupción económica causada por la pandemia.
En el caso de Chile, el reporte de Randstad estima que “el porcentaje de trabajadores que está aplicando activamente a diferentes vacantes para conseguir un nuevo empleo llegó a 5,4%, lo que representa una caída de 3,5 puntos porcentuales (pp) en relación al periodo inmediatamente anterior”.
A nivel global el panorama no es mejor. El informe indica que la media global está por el 4,2%, principalmente porque en países europeos como Bélgica, Holanda y Alemania esta medición no supera el 1,7% promedio. Pero en la mayoría de los territorios del viejo continente no sobrepasa el 3,4%. En América Latina, Argentina se encuentra en primer lugar (6,9%), seguido de Chile (5,4%) y México y Brasil, ambos con 4,6% de personas buscando otra ocupación.
En esta línea, las industrias que vieron alzas de búsqueda de empleo fueron la financiera, agrícola, hotelera y de la construcción. En contraste, cayó la búsqueda de trabajo en telecomunicaciones y servicio postal, comercio minorista y mayorista, automotriz, negocios y servicios, salud y trabajo social, y administración pública.
Capacitación para la actualización laboral
Más allá de si aumentará o no la movilidad, lo cierto es que tanto empleadores como colaboradores están conscientes de que existe una brecha entre las ofertas laborales y las competencias que poseen los postulantes. De ahí que se hable tanto del upskilling o reskilling, que no es más que capacitación continua y perfeccionamiento.
“La pandemia aceleró la importante de los procesos de upskilling o reskilling que deben desarrollar los colaboradores en las organizaciones para que estas se puedan adaptar de mejor manera a las demandas del mercado. Hemos visto experiencias en el retail, que personas que trabajaban en la tienda, re-conviertan sus habilidades para trabajar en logística o en atención al cliente online”, indica Mora.
A esto, Ribeira agrega que “de acuerdo con un estudio de IBM solo el 41% de los CEOs encuestados dicen que tienen a las personas, las habilidades y los recursos necesarios para ejecutar sus estrategias comerciales. Por tanto, los procesos de tecnologización se han acelerado y si hoy hay un brecha importante entre las ofertas laborales y las nuevas competencias. En los próximos años esto será una prioridad para estudiantes, técnicos y profesionales, quienes deberán buscar especializaciones orientadas a las necesidades tecnológicas del mercado”.
Buscar empleo, ¿por dónde empezar?
La pandemia generó una importante crisis laboral, con alta desocupación y precarización. Sin embargo, se espera que la economía repunte. Mientras el Banco Mundial proyecta que la economía mundial crecerá un 4 % en 2021, se espera que la actividad económica regional en América Latina y el Caribe crezca 3,7%.
Para los que se atrevan a buscar un nuevo empleo, es clave estudiar el mercado laboral, analizando las industrias que crecerán en los próximos años. Mora dice que es conveniente observar “cuáles son las empresa que se ajustan más a sus necesidades, en cuanto al modo de trabajar -presencial o a distancia-, beneficios y liderazgos”.
Desde IBM anuncian que la infraestructura tecnológica (44%), la gestión de la fuerza laboral, así como los riesgos cibernéticos (38%), la reglamentación (37%) y la sustentabilidad (36%), posiblemente planteen los mayores desafíos para sus organizaciones durante los próximos 2 a 3 años.
Finalmente, será clave prepararse y estar al día para las diferentes oportunidades que vayan surgiendo con el tiempo.
Actualidad Laboral / Con información de MBA Americaeconomia