Luego de dominar en su posición, ser elegidos al Pro Bowl o ser parte de equipos All-Pro en reiteradas ocasiones, algunas viejas estrellas de la NFL chocan con la terrible realidad de la falta de ofertas en la liga para continuar con sus carreras.
Muchos de los nombres que se mencionan no habrían durado más de unas horas en el mercado hace algunos años, sin embargo, la edad, las lesiones o quizás algo más los tienen ahora sin equipo, en busca de una oportunidad para jugar que podría no llegar pronto.
El mejor ejemplo es Adrian Peterson, quien fue el rostro de los Minnesota Vikings durante sus 10 años con la franquicia, pero ahora la realidad es distinta.
Después de ser elegido como el Jugador Más Valioso de la NFL en el 2012, la imagen de Peterson se deterioró cuando fue suspendido durante la temporada del 2014 por lesionar a su hijo tras golpearlo con una vara, si bien--contrario al caso de Ray Rice-- el talento de Peterson fue suficiente para mantener activa su carrera las lesiones no lo respetaron y terminaron por volverlo prescindible en Minnesota.
Peterson ha sido elegido a siete Pro Bowls y cuatro veces ha sido parte del primer equipo All-Pro, pero sus credenciales no sirven de nada cuando vemos que en las últimas tres campañas sólo ha jugado 20 de 48 partidos posibles y que en su último año con los Vikings promedió 1.9 yardas por acarreo en los tres partidos que estuvo activo.
Aunque recientemente el corredor negó un reporte sobre estar pidiendo 8 millones al año, es un hecho que su salario podría estar frenando a los equipos para extenderle una oferta.
A los 32 años de edad y con 11,747 yardas terrestres y 102 touchdowns totales en su carrera, Peterson está en la cima de la lista de desempleados de la NFL.
El caso de Jamaal Charles se trata más de una seria preocupación por su salud.
De sus nueve temporadas con los Kansas City Chiefs, Charles sólo disputó dos campañas completas, una de ellas como titular de tiempo completo.
Charles, quien acumula 7,260 yardas terrestres y 91 touchdowns por esa vía además de 285 recepciones para 2,457 yardas y 20 anotaciones en su carrera, sólo ha jugado ocho de los últimos 32 partidos posibles por lesiones de ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha.
A pesar de sus cuatro selecciones al Pro Bowl y dos al primer equipo All-Pro, tener el récord de mayor promedio de yardas por acarreo en la historia de la NFL con 5.5, el corredor de 30 años de edad podría tener que resignarse a mantenerse en forma para firmar con algún equipo durante la temporada para cubrir un puesto vacante por lesión.
El receptor abierto Víctor Cruz experimentó una increíble historia de éxito tras ser ignorado en el draft del 2010 ascendió hasta convertirse en campeón del Super Bowl XLVI con los New York Giants.
Cruz, elegido al Pro Bowl en el 2012, sufrió una lesión en el tendón de la rótula que lo marginó de la temporada del 2014 tras sólo seis partidos, en el 2015 una lesión de pantorrilla durante el campamento de entrenamiento lo dejó fuera por toda la campaña y en el 2016 vimos algunos destellos de Cruz más por los espacios que le generaba la presencia de Odell Beckham Jr. que la capacidad de Cruz por separarse de los defensivos.
Con 30 años de edad y un largo historial de lesiones, Cruz está en el mercado en busca de una oportunidad.
Hace menos de cinco años, la NFL fue tomada por asalto por un mariscal de campo ganador del Trofeo Heisman con Baylor y por el que Washington Redskins hipotecaron el futuro con una gran cantidad de selecciones del draft.
Desafortunadamente, la flama del éxito de Robert Griffin III se extinguió tras esa primera gran temporada y desde entonces ha sido cortado por los Redskins y recientemente por los Cleveland Browns.
RGIII fue seleccionado al Pro Bowl y ganó el Premio al Novato Ofensivo del Año en el 2012 tras completar 258 de sus 393 pases (65.6 por ciento) para 3,200 yardas con 20 touchdowns y apenas cinco intercepciones, además terminó con 120 acarreos para 815 yardas y siete anotaciones, pero todo se vino abajo cuando una lesión en la rodilla durante la Ronda de Comodines de los playoffs sentenció su destino.
Griffin sufrió lesiones de ligamento cruzado anterior y medial colateral, apresurando su recuperación para estar listo para el inicio de la temporada del 2013, perdiéndose todo el programa de temporada baja y pretemporada por su rehabilitación, lo que se tradujo en una marca 3-10 y la decisión de desactivarlo en los últimos tres partidos para evitar el riesgo de lesión.
Eventualmente, Griffin perdió el puesto con Kirk Cousins, continuó lesionándose y su regreso a la NFL parece muy poco probable.
Otro mariscal de campo alguna vez estelar que está desempleado es Jay Cutler, quien nunca cumplió con las expectativas de los Chicago Bears que pagaron dos selecciones de primera ronda --además de Kyle Orton y una selección de tercera vuelta-- del draft para adquirirlo mediante canje con los Denver Broncos.
Cutler, elegido al Pro Bowl en el 2008, acarrea un largo historial de problemas de actitud y lesiones, además no ha jugado una temporada completa desde el 2009, su primera campaña con los Bears.
En su carrera, Cutler, de 33 años de edad, acumula 32,467 yardas lanzadas co 208 touchdowns y 148 intercepciones, muchas de ellas dolorosas para los aficionados de Chicago, sin embargo, sigue siendo una opción en el mercado para un equipo en busca de un suplente, aunque falta por ver si Cutler está dispuesto a aceptar ese rol.
Por su parte, el profundo Jairus Byrd tampoco cumplió con las expectativas de los New Orleans Saints, que lo firmaron por seis temporadas y 56 millones de dólares, 28 millones garantizados, en el 2014.
Byrd, seleccionado a tres Pro Bowls y una vez al primer equipo All-Pro, se lesionó la rodilla tras sus primeros cuatro juegos en New Orleans y aterrizó en la lista de reservas lesionados, en el 2015 y 2016 sólo tuvo tres intercepciones y su impacto fue mínimo en una defensiva que terminó en el lugar N° 31 y 27 en defensiva total, respectivamente, provocando su corte esta temporada baja.
A sus 30 años de edad, Byrd podría recibir alguna oportunidad pronto en el mercado, pero sus mejores días sin duda han quedado en el pasado.
En cuanto al caso de Dwight Freeney, la edad --37 años-- es el principal obstáculo además de la posibilidad que decida retirarse de la NFL.
La temporada pasada, en un rol limitado, Freeney ayudó a los Atlanta Falcons a llegar al Super Bowl LI con tres capturas en temporada regular y una más en la postemporada.
Freeney, elegido en siete ocasiones al Pro Bowl y tres al primer equipo All-Pro, además de Jugador Defensivo del Año en el 2005 y miembro del equipo de la década del 2000, ha dejado en claro que espera recibir una oferta de Atlanta, que cada vez parece más lejana.
Finalmente, no todas las estrellas de la NFL deben jugar posiciones de habilidad, también hay un liniero ofensivo que dominó la liga la pasada década en nuestra lista de desempleados.
Nick Mangold fue el ancla de la línea ofensiva de los New York Jets desde el 2006 al 2016, perdiéndose apenas 12 partidos de 176 posibles, aunque ocho de ellos fueron la temporada pasada por una lesión en el tobillo que lo envió a la lista de reservas lesionados.
En sus 11 temporadas como profesional, Mangold ha sido elegido a siete Pro Bowls y dos veces ha formado parte del primer equipo All-Pro.
Aunque ha expresado de continuar jugando en la NFL, hasta el momento Mangold continúa en el mercado y a sus 33 años de edad el retiro luce como una posibilidad latente.
Actualidad Laboral / Con información de ESPN