28-10-2024

La crisis del motor alemán aterriza en una decisión histórica. Volkswagen, el mayor productor del mundo y el gran líder alemán, ha anunciado que sube la apuesta y cerrará al menos tres fábricas para reducir costes y aumentar su rentabilidad en un contexto realmente complicado.


Esta no será la única decisión en esta línea. La empresa ha informado de que también reducirá costes en las otras siete plantas en el país con una reducción del 10% de los salarios de su plantilla. Así lo ha expresado Daniela Cavallo, jefa del comité de empresas y miembro del consejo de supervisión en un discurso en el centro neurálgico del titán del motor, Wolfsburgo.


"La dirección se toma esta decisión muy en serio. No se trata de una negociación colectiva en la que estemos generando ruido", dijo Cavallo. A pesar de que se trata de un "plan cerrado" para "ajustar la estructura del mayor grupo industrial de Alemania en su país" se origen. De momento, la dirección de la empresa se ha negado a valorar que impacto tendrán estos cierres en la plantilla. "No estamos muy lejos en lo que se refiere al análisis de los problemas, pero sí estamos muy lejos en lo que se refiere a las respuestas a los mismos" ha sentenciado la directiva. Este mismo miércoles ya está previsto que se reúnan representantes de la empresa con los sindicatos para empezar las negociaciones.


Volkswagen ya había anunciado a comienzos de septiembre la histórica decisión de cerrar una planta en suelo alemán en la primera decisión de este tipo en 87 años de historia. A pesar de todo esto se quedó en un simple plan que no había aterrizado. Ahora el anuncio oficial es mucho más duro de lo que parecía en un inicio pues no será una única planta sino que se tratará de un recorte a gran escala. El país cuenta con una decena de plantas en el país que sustentan los puestos de cerca de 300.000 empleados, por lo tanto esta decisión puede tener un gran impacto para los trabajadores.


La crisis de Volkswagen viene después de una intensa competencia de modelos chinos que se ha mezclado con una caída de la demanda. Esta conjunción de factores, mezclada con los costes más elevados y el camino hacia la transición a los coches eléctricos, está resultados en un verdadero momento de alta tensión para toda la industria. Estos problemas estructurales se han mezclado con problemas técnicos en otras firmas como Mercedes o BMW, generando caídas en bolsa de dos dígitos en muchos de estos valores entre los problemas coyunturales y la crisis en su modelo de negocio.


También se ha mezclado con una economía alemana herida, especialmente en su sector industrial. El Bundesbank anunció este mes que ahora espera una recesión para 2024, generando así dos años consecutivos de contracción económica, del 0,2% para este año y del 0,3% en 2023. "La economía alemana se ve cada vez más afectada por factores estructurales derivados del cambio demográfico, una posición competitiva más difícil y la fragmentación geoeconómica".


En particular Volkswagen rebajó a finales de septiembre sus previsiones para todo el año afirmando que los ingresos rondarían los 320.000 millones y el resultado operativo en los 18.000 millones. El grupo defendió abiertamente que esto se debía a que en "un entorno de mercado desafiante, las ventas no han cumplido con las expectativas". Tras conocerse la noticia los títulos de la firma caen un 0,2% (a pesar de que empezaron el día subiendo con claridad) y ya lleva una caída del 18% en el año.


En cualquier caso, esta última noticia no pilla ni de sorpresa a los mercados. Volkwagen lleva ya tiempo preparando el terreno para una opción drástica. La firma habló en su asamblea general que esperaban despidos pronto. En su intervención, Arno Antliz, director financiero de Volkswagen, ha señalado que la firma tiene "uno o dos años para cambiar las cosas". El directivo que fue abucheado por cerca de 20.000 empleados presentes en la reunión ya advertía del problema. El gigante alemán cuenta con dos fábricas de más y "necesitamos aumentar la productividad y reducir costes". La decisión ha sido más drásticas que los augurios de aquella reunión, producida en los primeros días de septiembre.


Aunque aún no hay cifras ni nada cercado a ellas, desde Jefferies anunciaban que esperaban provisiones de 4.000 millones de euros para despidos por parte de la empresa. Resumiendo, esto implicaría el despido de 15.000 trabajadores. Estas cifra se producía cuando se pensaba que recortarían entre una y dos fábricas. La idea de eliminar tres plantas puede incrementar aún más esta cifra. Volkswagen había firmado un acuerdo en 1995 por el cual no podría despedir hasta 2029. La empresa ya habría empezado a retirar esta reestricción autoimpuesta.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista